Rencilla tricolor
Letras Minadas
El sexenio de Omar Fayad está por concluir y el nerviosismo impregna lo mismo oficinas de Palacio de Gobierno que del Comité Directivo Estatal del PRI y hasta cubículos tricolores en el Congreso local, donde las patadas bajo la mesa están a la orden del día.
-¿Qué pasará con el PRI después del 5 de septiembre?, es el cuestionamiento recurrente en las charlas de café y en corrillos políticos bajo la atenuante que al perder el poder no habrá un primer priista que ponga orden y el caos o la anarquía sean la antesala de la debacle tricolor.
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Por ello, no es casual la abierta disputa que se vive en el PRI ante el confuso panorama que se avizora, para muestra un botón: la rebatinga entre los propios diputados locales que parecen buscar nuevo coordinador en el Congreso local, sabedores de que Julio Valera en unas semanas ya no tendrá el respaldo de cuarto piso.
Las circunstancias políticas que dejó la elección del 5 de junio con el triunfo del abanderado morenista Julio Menchaca llevaron al propio Valera a una dinámica impostergable porque alguien tenía que asumir el costo de la derrota y eso invariablemente le toca al capitán del barco, dicho sea de paso y parafraseando a Napoleón: “la victoria tiene 100 padres y la derrota es huérfana”.
En este áspero escenario, actores de estatura sexenal buscan garantizar su permanencia en la palestra estatal no solo por mantenerse vigentes en la administración pública, sino para preservar y proteger el patrimonio que forjaron en estos seis años y de ser necesario salvar sus cabezas ante posibles investigaciones iniciadas por el gobierno entrante.
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Desde Palacio de Gobierno se ha dejado correr la versión de la urgencia del diputado local con licencia Alejandro Enciso por convertirse en el próximo coordinador de los diputados del PRI en el Congreso local, pues pretende ser el vínculo negociante entre la bancada tricolor y el próximo gobierno morenista.
A Enciso se le atribuye la autoría de golpeteos mediáticos y trascendidos en contra de sus compañeros legisladores para aplacar a quienes ve como posibles rivales o piedras en el camino para asumirse como líder de la bancada tricolor una vez que termine su encargo en la secretaría particular del gobernador.
Al actual gobierno estatal le quedan 20 días, y muchos empiezan a moverse por su lado para salir ilesos del inevitable proceso de transición que dejará raspados a más de uno.
@AlexGalvezQ
