Históricamente la disposición y el manejo de las plazas del magisterio hidalguense, ha sido potestad del Sindicato de Trabajadores de la Educación (SNTE); sus dirigentes son quienes en la práctica deciden a quién y cómo beneficiar con esas fuentes de trabajo; en muchos casos tienen un costo para quien aspira y accede a un espacio sea como docente, educador o trabajador de apoyo a la educación.
La realidad es que todas las plazas que otorga el patrón (en este caso la Secretaría de Educación) las controla la dirigencia sindical en turno, a pesar de que en el discurso tanto el patrón como el representante sindical, lo niegan reiteradamente.
Bien, la Secretaría de Educación Pública (SEP)l a través de su titular, Mario Delgado Carrillo (para quien los niños que no nacen…no van a la escuela), anunció el martes pasado, en la conferencia mañanera de la presidenta Claudia Sheinbaum, que se hará una consulta “escuela por escuela”, para que los maestros decidan el método de promoción y asignación de plazas magisteriales en el país.
En respuesta a las demandas magisteriales, promovidas por la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) y no del SNTE, Carrillo Delgado, anunció la desaparición de la Unidad del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros (Usicamm) y el nuevo modelo lo elegirán los propios maestros.
ES; dijo, parte de la reforma al Sistema de Superación Magisterial, de modo tal que sean los profesores quienes definan el nuevo esquema de plazas, promociones, ascensos y reconocimientos.
Bajo el esquema actual en el país se han entregado 21 mil plazas y 73 mil cambios de adscripción.
La idea, dice la autoridad educativa, es transparentar el manejo de plazas y para ello se realizará una consulta “escuela por escuela”, para definir la propuesta que se llevará al Congreso de la Unión, para incluirla en las reformas legales al tema de la educación en México.
Antes de la Usicamm, los profesores se promovían en busca de mejores espacios y mejores ingresos, a través del programa de Carrera Magisterial, que tuvo sus efectos en beneficio de los maestros, pero también fue señalado de ser usado como medida de presión contra aquellos mentores que no son afines al SNTE y privilegiaba a quienes estaban de su lado.
Hoy, sin saber bien a bien el resultado de este proceso, siguen las dudas y la idea de que al final, seguirán siendo los dirigentes sindicales, quienes controlen las plazas, como un método de control gremial para fines laborales y políticos de sus representantes.

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