¿Por qué el basurero de El Huixmi pone en riesgo acuíferos de Pachuca? Te presentamos nuestra investigación especial
• Desde octubre de 2022 se han presentado denuncias ante instancias medioambientales; no hay respuesta. Empresa interpuso al menos ocho denuncias ante la PGJH, la Semarnath, Proespa y Profepa
Desde octubre del año pasado, representantes de la empresa Consultas Nacionales de Información y Asesoría (Conadia) S.A. de C.V. han denunciado ante diversas instancias medioambientales del gobierno estatal, municipal y federal el escurrimiento de lixiviados provenientes de las celdas del basurero de El Huixmí que trabajó Tecnosilicatos de México S.A. de C.V.
Sin embargo, de acuerdo con Luis Armando Morales, director general del relleno sanitario por parte de la empresa Conadia, hasta el momento no han visto solución a la problemática que representa un riesgo para el medio ambiente y los mantos acuíferos de Pachuca, así como para la empresa que representa, toda vez que el escurrimiento del líquido está pasando al predio en donde tratan la basura.
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“Tecnosilicatos tiene una fuga de lixiviados, que son líquidos que genera la basura y que impactan al medio ambiente; tuvimos que cerrar una celda, porque se escurrían a nuestro lado y comenzamos a trabajar en una nueva celda para evitar riesgos con la maquinaria y el personal.
“Pero nos preocupa demasiado el tema ambiental, porque los lixiviados van a los mantos acuíferos, y aunque la Semarnat nos pide cuidar mucho eso en el trabajo del relleno sanitario, nosotros trabajamos apegados a la norma, pero ellos (Tecnosilicatos) no lo hacen y nos afectan”, expresó.
Ante tal situación, Conadia interpuso, de octubre a la fecha, al menos ocho denuncias ante la Procuraduría General de Justicia de Hidalgo (PGJH), la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales de Hidalgo (Semarnath), Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable de Pachuca y las Procuradurías Estatal y federal de Protección al Ambiente (Proespa y Profepa), pero hasta el momento no hay respuesta.
“(Las autoridades) solo dicen que no existen los lixiviados, que no hay tal escurrimiento, pero no han venido al sitio, han venido con los vecinos (Tecnosilicatos) y desde aquel lado toman las evidencias, pero no se ven de ese lado”, recriminó.
Asimismo, Luis Armando Morales teme que la infiltración afecte más el predio donde están trabajando y la Semarnath les clausure el lugar por detectar lixiviados en el lugar; esto, a pesar de tener antecedentes de denuncias desde octubre de 2022.
Denuncias se acumulan y las instituciones no se hacen caso
De acuerdo con el director del relleno sanitario de El Huixmí, el 20 de octubre del año pasado fue interpuesta la primera denuncia ante la Procuraduría General de Justicia de Hidalgo (PGJH), la cual quedó registrada con número único de caso (NUC) 12-2022-14746.
En el expediente se denunció la comisión de hechos presuntamente constitutivos de delitos en contra el ambiente y se pidió investigar a quien resulte responsable; sin embargo, no hubo avances en el caso.
El 13 de enero de este año, se inició otra carpeta ante la procuraduría con NUC 12-2023-693, por el mismo delito, pero en este caso se señaló directamente como responsable a la empresa Tecnosilicatos de México S.A. de C.V., pero tampoco hay avances.
Posteriormente, el 20 de enero Conadian recurrió a la Semarnath para que interviniera y estableciera las acciones y medidas correspondientes con el fin de detener la grave contaminación en el suelo generada por la infiltración de lixiviados; no obstante, Armando Morales aseguró que la dependencia, sin revisar el lugar, aseguró que no existen dichos líquidos.
Aunque la compañía contaminante ha intentado tapar los escurrimientos con tezontle y tepetate, los fluidos vuelven a la superficie, por lo que el 12 de junio pasado denunciaron ante la Proespa delitos en contra el ambiente en contra de Tecnosilicatos; asimismo, volvieron a pedir la intervención de Semarnath, pero tampoco hubo respuesta.
En tanto, la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable de Pachuca, con quien también presentaron una denuncia, refirió que no era competente para atender el tema.
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Por último, el 14 de junio recurrieron con la Profepa para que realizara la investigación al respecto; en este caso, Armando Morales aseguró que la instancia les solicitó estudios de laboratorio sobre los lixiviados para conocer el grado de toxicidad, por lo que en cuanto se tengan los resultados se determinará lo procedente.
Desde octubre de 2022 se detectaron escurrimientos
El 3 de septiembre de 2022, Conadia comenzó operaciones en el relleno sanitario de El Huixmí al ganar la licitación pública que emitió gobierno del estado para construir y operar el proyecto denominado “Tratamiento Integral de Residuos Sólidos Urbanos de la zona metropolitana de Pachuca”.
Al revisar el estado en el que se encontraba el predio, el 11 de octubre empleados se percataron de la presencia de tres escurrimientos de olor inequívoco y característico de lixiviados que provenían del terreno contiguo y que se ocupaba como relleno sanitario por parte de Tecnosilicatos.
La representante de la notaría pública 24, Judith Aracely Gómez Molano, a petición de Conadia, acudió al lugar y dio fe de hechos en el predio que se encuentra separado por una malla ciclónica.
El 12 de enero de 2023, en un recorrido por las instalaciones, se observó que la mancha de humedad, detectada anteriormente, se transformó en tres afloramientos de lixiviados de diferente caudal, con olor penetrante e intolerable.
Armando Morales dijo temer por la alta toxicidad que podría representar dicho líquido contaminante, toda vez que Tecnosilicatos no solo acumuló residuos sólidos urbanos, sino también animales muertos, residuos peligrosos biológico-infecciosos, entre otros, violando la normativa.
En ese sentido, urgió a las autoridades a atender el problema y garantizar que Tecnosilicatos se haga responsable del correcto sistema de drenaje, conducción y tratamiento de los lixiviados, “lo cual es evidente que no se ha llevado a cabo de la forma correcta, pues de ser así no existiría el derrame de líquido lixiviado y mucho menos al predio continuo”.
Asimismo, aseguró que la empresa que representa es inspeccionada cada seis meses para garantizar el buen funcionamiento del relleno sanitario, por lo que la Semarnath les pide comprobar con bitácoras, evidencia fotografía y documentos que utilicen geotextil y geomembrana en la celda a trabajar, la colocación de chumaceras, dren de lixiviados, captación de lixiviados, riego con agua tratada, niveles de compactación que se da a saneamiento, entre otros aspectos.
Tecnosilicatos ha simulado cumplir con la normatividad
Domingo Monzalvo Hernández, encargado general de 220 pepenadores en El Huixmí, refirió que mientras trabajó con la empresa Tecnosilicatos en las celdas contiguas a Conadia, detectó diversas anomalías y les pedían simular chumaceras cuando llegaban a acudir inspectores.
Explicó que, en el predio aledaño, mientras laboraban ahí, detectaron escurrimientos de lixiviados que no fueron atendidos por sus superiores; además, no había un saneamiento adecuado de las celdas y los respiraderos o chumaceras solo eran simuladas con tubos que se encontraban en la basura.
Domingo recordó que cuando recibían la visita de personal de Semarnath, los encargados del basurero les pedían excavar en la basura para colocar llantas y sobreponer tubos de PVC que se encontraban para simular un respiradero y así pasar la inspección, pues quienes revisaban el lugar no comprobaban que estuvieran enterrados como lo marca la norma.
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La chumacera es una especie de chimenea que aumenta a medida que se va llenando el relleno. El número de estas dependerá del tamaño de la fosa y del tipo de desechos que contiene.
Asimismo, dijo que la geomembrana y geotextil era simulada con pedacería en las orillas, por lo que al centro no había plástico para retener el lixiviado y evitar que se filtrara a los mantos acuíferos o subsuelo; entre otras anomalías.
Los pepenadores de El Huximí se encargan de reciclar plástico, pet, aluminio, hule, fierro, entre otras cosas, por lo que de las 600 toneladas de basura que reciben al día, entre tres y cinco toneladas son recuperadas como material reciclable.
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