Neil Young: el caballo loco cabalga de nuevo
Circo Sónico
Cada vez que se acude a un disco nuevo de Neil Young es parecido a regresar a La Odisea o a La Ilíada… ya se conocen las gestas heroicas, se sabe de las batallas que contienen, pero en cada vuelta se siente como si las estuvieran contando por vez primera; la épica conserva su fascinación y ello también se siente en FU##IN’ UP, el disco en vivo que el canadiense ha publicado este año.
Se trata de un acercamiento a nueve canciones que pertenecen al Ragged glory, que se editó en 1990, pero que se notan tan vivas y excitantes como la primera vez que aparecieron; Neil acomete nuevas versiones y les cambia el título para reinventarlas por todos lados.
Ahí están Billy Talbot (bajo, voz), Ralph Molina (batería, voz), Micah Nelson (guitarra, voz, piano), Nils Lofgren (guitarra, voz, piano) y Neil Young (guitarra, voz, armónica) dando cuenta de todo el rodaje acumulado y mostrando una solvencia técnica notable durante la gira del año pasado y que ahora han retomado sin el guitarrista Lofgren, quien está de gira con Bruce Springsteen & The E Street Band.
Pero sus buenos haceres están presentes a lo largo de todo FU##IN’ UP, aunque especialmente en “Feels Like A Railroad” (River Of Pride), donde demuestra sus tamaños y ese sabor añejo que tan bien se ajusta al folk rock de un Neil Youg incombustible. Esta pieza termina por engancharse con “Heart Of Steel” o conocida igualmente como “Fuckin’ UP”, que le da título.
De mi parte encuentro especialmente llegadora esa “Broken Circle” (Over And Over), que incluye la frase: “Somewhere in a fire of love, our dreams went up in smoke/ We danced beneath silver rain”; aquí un guerrero de mil batallas demuestra que también escribe canciones de amor de gran belleza poética; sus nueve minutos de duración son una delicia.
Young escogió el Record Store Day, del pasado 20 de abril, para poner a rodar su disco número 44 y para volver a colgar su catálogo en Spotify, plataforma con la que ha tenido diversos desacuerdos, tanto por el pago miserable que hacen a los artistas, como por la calidad de audio que ofertan. Pese a todos esos desacuerdos se disfruta que El Caballo loco cabalgue otra vez por las planicies digitales.
Convertido en todo un icono de la cultura folk y campirana, Neil Young ha dicho acerca de este disco: “Con el espíritu que ofrece, hicimos el álbum para los amantes de Crazy Horse. No puedo pararlo, El caballo está corriendo. Qué viaje tenemos por delante. No quiero estropear la vibra y estoy feliz de poder compartirlo”.
Es un hecho que Crazy Horse dejan en claro que sus canciones son imperecederas y que el paso del tiempo no hace sino agregarles un bouquet que las hace más deliciosas todavía… ahí está “Walkin’ In My Place” (Road Of Tears) para confirmarlo… aunque el conjunto entero es notable.
Neil Young es todo rock and roll… un salvaje… un músico desbocado e inspirado; su registro agudo nos trasporta hasta épocas pasadas y nos hace sentir forajidos de la música… dejarse llevar por los 15 minutos de “A Chance Of Love” (Love and Only Love) es una maravilla.
Una vez más nuestro héroe nos trepa al furioso tren del estruendo y el genio.
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