Morena, pragmatismo y sin confiancitas
Agujeros negros
Si bien las candidaturas al Senado de la República y a la Cámara Federal de Diputados, tienen su relevancia por los juegos y equilibrios de poder cupular el reto directo de la dirigencia en Hidalgo de Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) es la postulación de planillas a los 84 ayuntamientos porque no puede incurrir en equivocaciones graves incluyendo las posiciones que negocie con sus aliados para garantizar buenos resultados en los 18 distritos locales electorales.
La prioridad política es conseguir una mayoría en la 66 Legislatura local, que respalde el proyecto del gobernador cuya altura de miras está dirigida al 2028 y 2030 porque la oposición no está liquidada a pesar de las deserciones y una dirigencia estatal calificada de espuria por un sector de quienes permanecen en el Partido Revolucionario Institucional (PRI), con esfuerzos regionales pelearan por su supervivencia.
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Los análisis internos de Morena desde que se abrieron las inscripciones para la Cámara Alta dejan claro que no hay preocupación de cómo se vayan a desenvolver las elecciones federales, es decir la presidencial, de senadores y diputados federales, así que la atención se centra en las postulaciones a presidentes municipales y diputados locales porque no se puede asegurar que la marca Morena conseguirá por si sola, carro completo.
Dirigencia y jefatura política morenista tendrán que ser pragmáticas y postular presidentes municipales a quienes tengan mayor preferencia electoral, sin importar de que grupo provengan, porque las equivocaciones pueden costar diputaciones locales que está considerada la prioridad para el proyecto político de generar una auténtica nueva clase política.
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Si bien no es bueno para la democracia el establecimiento de un partido hegemónico porque se corre el riesgo de caer en la tentación del autoritarismo como sucedió en 9 décadas de priismo los partidos que compiten en las elecciones lo hacen para ganar y entre las cosas positivas es que en este proceso pueden empezar a desarticularse grupos de poder nocivos para la entidad.
