Desde su estreno el 19 de septiembre de 2023, la serie “Monstruos: La historia de Lyle y Erik Menéndez” ha desatado un intenso debate, al explorar el infame caso de los hermanos Menéndez, condenados por el asesinato de sus padres en 1989. Uno de los aspectos más criticados es la insinuación de una relación incestuosa entre ellos, un tema que nunca se ha comprobado en la realidad.
La Controversia del Incesto
La serie, protagonizada por Nicholas Alexander Chavez como Lyle y Cooper Koch como Erik, incluye escenas que han generado indignación, como un beso en el segundo episodio y una ducha juntos en el sexto. Aunque no se establece explícitamente que hubo incesto, estas representaciones han llevado a muchos espectadores a criticar a Netflix por “sexualizar” la relación de los hermanos y distorsionar los hechos.
Las reacciones en redes sociales han sido contundentes. Un usuario en X comentó: “Convertir una historia de abuso en una fantasía incestuosa es horrible”, mientras que otro añadió: “Es una locura crear fanfictions sobre hermanos de la vida real”.
La Defensa de Erik Menéndez
Tras el lanzamiento de la serie, Erik Menéndez emitió una declaración a través de la página de Facebook de Lyle, donde expresó su decepción por la representación que hace el programa de su vida. Dijo:
“Creí que habíamos superado las mentiras y caricaturas sobre nuestra vida, pero la representación deshonesta de Netflix ha revivido esos mitos. Es demoralizador ver cómo el trauma infantil se trivializa para crear una narrativa sensacionalista”.
Erik también criticó que las insinuaciones de incesto alimentan ideas erróneas sobre los hombres y el abuso sexual, calificándolo como un “retroceso en la lucha por visibilizar las experiencias traumáticas de los hombres”.
La Verdad Detrás de los Rumores
El periodista Dominick Dunne, interpretado por Nathan Lane en la serie, es quien sugiere que los hermanos ocultaban “un secreto aún más oscuro”. Sin embargo, Robert Rand, autor de The Menendez Murders y experto en el caso, desmintió estas afirmaciones, afirmando:
“No creo que Lyle y Erik hayan sido amantes. Ese rumor fue una fantasía en la mente de Dunne”.
La serie, mientras intenta explorar los aspectos más oscuros del caso, ha generado un debate sobre la representación del trauma y la veracidad de los hechos, dejando a muchos espectadores cuestionando los límites de la dramatización en el entretenimiento.
EJIA
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