Misión para Monreal

Historias que contar

Cuando en pasado reciente a minutos de que se informara de resultados de 5 encuestas para decidir quién sería el aspirante de Morena la presidencia de la República, había expectación, alimentada entonces por la ausencia de Marcelo Ebrard, quien a la postre no llegó. Quedaron cinco de los seis contemplados en el proceso. Parecía, por sus semblantes, que la escogida era Claudia Sheinbaum. Lo cual se confirmó. Empero, fue advertible a través de las imágenes que uno de ellos estaba no desolado, pero internamente molesto: Ricardo Monreal.

Resultó, además, de acuerdo con los números y porcentajes, el menos favorecido en las auscultaciones finales.

Por meses, “rumores de pasillo”, decían que el zacatecano y Andrés Manuel López Obrador, ya no caminaban tan unidos como antes; algo pasó, se insistía, aunque sin precisar causa o causas del enfriamiento de la antaño cálida amistad.

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Al terminar esa ceremonia de anunciación, hubo casi la seguridad de que Montreal enfilaría sus habilidades políticas en pos de la jefatura de la Ciudad de México, aunque no se dijo al respecto la última palabra.

Sí se vislumbraba, sin horizontes extensos, que Adán Augusto López Hernández sería parte, en primera línea, de quienes apoyarían a Sheinbaum en lo que siguiera: campaña electoral.

Esto se hizo verdad al ubicarlo finalmente como coordinador político de la candidata; buena decisión, porque experiencia y conocimientos los tiene, además se le suman habilidades de puntual negociador, como dejó entrever en la Secretaría de Gobernación.

Después se informó que Claudia Sheinbaum realizaría recorridos por el país, empezando en Oaxaca, para formar comités de defensa de la transformación.

Y con ella, abierto el apoyo de López Hernández y, poco esperado, se anunció a Ricardo Monreal, responsable de organización y enlace territorial.

En algunos medios aparecen los tres, Sheinbaum en el centro y a los extremos Monreal y Adán Augusto; sonrisa amplia, plena, de felicidad. Buena cara ante el trabajo que ahora les toca resolver.

Con ellos se integró Gerardo Fernández Noroña, identificado por hablar con llaneza, como suele decirse “Al pan, pan; y al vino, vino”. Cae bien por eso. Coordinará vocerías y establecerá vínculos con organizaciones sociales y civiles.

Flota la interrogante de una posible invitación a Manuel Velasco.

¿Y el futuro? En lo que a ellos atañe, se conocerá de acuerdo con los resultados en las urnas.

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Se irá Santiago Nieto

En una sesión dominical de Café Milenio, en el que participan conductores de sus diversos espacios informativos, el invitado fue Santiago Nieto Castillo, hasta ahora al frente del despacho de la Procuraduría General de Justicia de Hidalgo (PGJH).

Fue amable, con sentido del humor. Estableció diálogos, breves tal vez, pero convincentes. Conoce lo que es sonreír. Aludió al gobernador julio Menchaca, quien lo invitó a que estuviera en Hidalgo. Tocó temas todavía muy actuales como el huachicoleo y corrupción.

Flotó cuestionamiento sobre su futuro. Comentó que le gustaría competir en Querétaro, de donde es originario. Hoy se sabe que la mira es una senaduría. Esto lo ratificó recientemente.

Como tema pendiente está la llamada transición de procuraduría a fiscalía. Nieto Castillo espera que Morena emita la convocatoria para selección de quienes buscan seguir en sus carreras a través de senadurías.

En juicio imparcial se reconoce su buen trabajo al frente de la procuraduría. Menchaca no se equivocó.

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