“La única isla en esta isla es la que queda en mi corazón…”es la primera frase que escuchamos de Ricardo Lezón, el líder de McEnroe a la hora de deja correr La vida libre, el octavo álbum de una banda que siempre ha amado las canciones lentas y de profunda belleza.
El compositor recuerda estar en la isla de Formentera, tocando una tarde en un porche resistiendo un temporal de invierno en un sitio clásico para el verano, cuando de su guitarra surgió “Can Fernando” y con este tema la idea de que habría un nuevo disco de McEnroe… se trata de una de esas piezas que contienen frases memorables: “Cuando te tumbes en la arena/ en junio bajo su sol/ recuerda que antes fueron piedras que se deshicieron como yo”.
A Lezón y los suyos les gusta la poesía silvestre y juguetona, las cosas simples y la naturaleza… con todo ello han construido un elogio de la lentitud… un indie rock trotón, pero lleno de intensidad y emoción, con todo y que Ricardo avanza casi diciendo las letras.
No puede evitar pensar que la semana pasada esta misma columna se dedicaba a un álbum tan exuberante como lo es Lux de Rosalía -lleno de capas y una producción soberbia-, cuando en esta ocasión nos decantamos por un disco casi minimalista conformado por 11 canciones que transpiran sal, que evocan faros y lluvias… que suele oler a un bosque empapado.
De hecho, La vida libre se grabó rodeados por la campiña y el Cantábrico y en compañía del ingeniero Brian Hunt -corría el Otoño del 2024-, de donde surgió una colección de canciones que toma la estafeta de La distancia, un álbum que tiene ya seis años de haber sido editado.
Y es que cada vez que regresa McEnroe es como encontrarnos con amigos incondicionales… con personas inspiradoras que siempre aportan canciones que calan hondo y que se aferran a sus convicciones estéticas con total convicción… que todo transcurra sin prisas, dejando que brote la belleza, tal es el caso de “Tumbados en el Obelisco”, que ya era encantadora evocando a humo, hielo y guitarras, cuando en su parte final cita a “Fire in Cairo”, proveniente de los primeros años de The Cure.
Para luego mencionar a “Una amapola”que fiel al estilo de McEnroe es una historia tremendamente nostálgica y que evoca a tiempos mejores en los que la protagonista podía quedarse hasta ser la última en las fiestas.
Al momento de recrear todo lo que pasó entre disco y disco, la banda junto a su genial disquera Subterfuge lanzaron un comunicado que dice: “Todos viajaron, alguno cambió de trabajo, vieron películas, leyeron nuevos libros, se emocionaron con nuevos poemas, descubrieron autores nuevos y antiguos, fueron a conciertos; hubo desenamoramientos y también enamoramientos, varias mudanzas, nuevos hijos, vieron crecer a los que entonces eran niños, se fue un padre, grabaron un EP titulado «Veinte años», se celebró una boda y realizaron una gira en 2022 que fue una hermosa sorpresa.
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Hubo pocos ensayos, muchas cenas con vino tinto y rosado, charlas, silencios, discos nuevos que les encantaron, se publicó un libro titulado Lento y salvaje, Jimi entró en el grupo y cientos de miles de cosas más que, aunque puedan parecer olvidadas, también están presentes en La vida libre”.
Ahora tenemos más temas, “Aguas termales”, “Napoli” y “El buscador” entre ellos, para seguir regodeándonos en el universo artístico de una de las bandas más peculiares de toda Hispanoamérica… placer puro.
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