María Sordo, voz femenina del teatro comprometido con la sociedad y la perspectiva de género
La actriz trabaja con perspectiva de género que busca dar voz a las mujeres en el escenario
María Sordo, dramaturga, actriz y directora, es una figura clave en el teatro independiente de Pachuca, Hidalgo.
Con una trayectoria que abarca más de 16 años, su trabajo refleja un profundo compromiso con la sociedad, los derechos culturales y una perspectiva de género que busca dar voz a las mujeres en el escenario.
Desde su rol como fundadora del foro Doble Nueve y de la compañía Bocamina Teatral, Impulsa proyectos que abordan temas sensibles, como la violencia de género, la desaparición forzada y las dinámicas familiares, siempre desde un enfoque ético y respetuoso.
Licenciada en Letras por la UNAM, con estudios de actuación y dramaturgia en México y Francia, María Sordo dedicada a explorar el teatro como una herramienta de empatía y transformación social.
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En su obra, las historias no solo buscan entretener, sino también abrir un diálogo crítico sobre las realidades que afectan a nuestra sociedad.
Entre sus piezas más destacadas se encuentran “El niño del lodo”, que aborda la recomposición de las familias, y “La divina y el comandante”, una obra que reflexiona sobre el impacto de la violencia y la búsqueda de justicia en un país marcado por los desaparecidos.
Además de su labor artística, enfrenta y reflexiona sobre la desigualdad de género en el medio teatral.
Durante su formación, observó cómo los personajes femeninos solían estar limitados a representaciones sexualizadas y estereotipadas.
Hoy, como creadora y gestora cultural, trabaja para generar espacios donde las mujeres puedan contar sus historias y romper con las narrativas tradicionales.
«El teatro debe ser un espacio donde las mujeres podamos expresarnos desde nuestra perspectiva, sin ser cosificadas ni reducidas a roles impuestos», señala.
Desde su llegada a Pachuca, la dramaturga es testigo de los cambios en la escena cultural local.
Aunque reconoce avances, como la formación de nuevas generaciones de actores y actrices en el estado, también resalta los desafíos que enfrentan los espacios culturales independientes, como la falta de apoyos consistentes y la precariedad económica.
A pesar de esto, el foro “Doble Nueve” logró mantenerse como un referente del teatro independiente en la región, gracias al esfuerzo colectivo de su equipo y a programas de apoyo como el circuito federal “Chapultepec, Naturaleza y Cultura”.
María Sordo también defiende la importancia del teatro como un derecho cultural.
Para ella, el escenario es un lugar de encuentro, reflexión y humanidad.
«El teatro nos ayuda a reconocernos en el otro, a sentir con los demás y a reflexionar sobre nuestra realidad. Es un espacio de comunión que nos acerca a nuestra esencia como seres humanos», afirma.
Finalmente, invita a la ciudadanía a acercarse al teatro, no como un espacio elitista, sino como una experiencia transformadora y accesible.
«El teatro es para todos. Es una herramienta que nos conecta con nuestra humanidad y nos ayuda a construir una sociedad más justa y empática. Los invito a que vengan al foro “Doble Nueve”, a disfrutar y reflexionar juntos», indicó.
Con una temporada programada para principios de 2025 y un compromiso constante con la comunidad, María Sordo y el foro continúan siendo un ejemplo de resistencia y pasión por las artes escénicas.
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