¿Lozoya rompe su silencio?
Historias que contar
El sábado 9 de octubre, la periodista Lourdes Mendoza tomó fotos de Emilio Lozoya cenando en el exclusivo restaurante Hunan, en la Ciudad de México. Según puntual descripción del columnista Enrique Galván Ochoa, de La Jornada, el ex director de Pemex degustó pato Pekín, laqueado, piel doradita y salsa de ciruela.
La imagen se volvió viral, tanto apareció en medios impresos y como en redes. Andrés Manuel López Obrador dijo que esto no era un delito, aunque sí una situación amoral.
Pocos después, el lunes 26, apareció un gráfica captada en Roma. El ex presidente Enrique Peña Nieto salía del Hotel de la Ville. Celebró los 34 años de su novia Tania Ruiz.
Lozoya, a menos de 15 meses de regresar a México, enfrentó señalamiento de recibir millonarios sobornos de la empresa brasileña Odebrecht, dirigidos, se mencionó, a temas políticos y distribución de dinero a diputados para que aprobaran reforma energética.
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Se acogió al llamado testigo de oportunidad. Informaría de malos manejos en el sexenio pasado. Eso le evitaría ser encarcelado.
Poco aportó empero no podía abandonar la Ciudad de México, portando un brazalete de ubicación. Podía disfrutar su libertad.
Pero la Fiscalía General de la República lo citó para el miércoles 3. Arribó acompañado de su madre, Gilda Margarita Austin y Solís, de 73 años.
Impecable en su vestir, parecía seguro de que sería solo un trámite y que se iría a su casa.
No fue así. Artemio Zúñiga Mendoza, juez de control del centro de justicia penal del reclusorio Norte, impuso prisión preventiva justificada, solicitada por la PGR, y Lozoya fue encarcelado.
Se explicó que por contar con amplios recursos podría haberse dado a la fuga.
Ante esto, la pregunta casi unánime es: ¿Cambiará de actitud de Lozoya y contará lo que sabe de sus ex jefes? La soledad de la cárcel es ingrata consejera.
Hemingway y Gellhorn, los celos acabaron con su unión
Ernest Hemingway fue uno de los mejores novelistas y cuentistas del siglo pasado. Nació el 21 de julio de 1899 en Oak Park, Illinois. Murió el 2 de julio de 1961 en Ketchum, Idaho. Con una escopeta se disparó en la cabeza.
Temperamental, a veces agresivo, fue víctima de un alcoholismo pertinaz.
En 1973 ganó el Premio Pulitzer por El viejo y el mar, un año después el Premio Nobel de Literatura por toda su obra.
Había leído algunos de sus libros; estupendos.
Hasta hace algunos días en que poco encontré una película, del 2012, titulada sobre Hemingway y supe de la su vida en común del singular escritor con y Martha Gellhorn.
Ella, originaria de San Luis Misuri – el 8 de noviembre 1908- y fallecida en Londres -15 febrero 1998- se conocieron en Cayo Hueso, Florida, en la Navidad de 1936 y ya juntos viajaron a España para cubrir la guerra civil en ese país.
Vivieron así 4 años y más adelante después se casaron -1944 1945-, hasta que ella no soportó más los celos ycelas arranques de ira de Hemingway y se divorciaron.
La cinta la estelarizan Nicole Kidman y Clive Owen.
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Martha Gellhorn, fue una periodista extraordinaria. Cubrió el desembarco de los Aliados en Normandía; se hizo pasar por Normandía enfermera. Fue la primera mujer que cubrió el histórico hecho en la Segunda Guerra Mundial., Hemingway también lo hizo.
Pero no paró ahí. Martha Estuvo en por lo menos 12 conflictos bélicos trascendentes del siglo XX, entre ellos la guerra de Finlandia, la de China, el Londres bombardeado por los nazis, Vietnam, la invasión estadounidense en Panamá. Sus trabajos se publicaron en la revista norteamericana Collier’s
Todavía casados, él le escribió: “¿Eres corresponsal de guerra o esposa en mi cama?”.
Se apunta de ella: “Periodista rebelde, siempre agarrada a sus convicciones ideológicas antes que a la objetividad”.
Fue amiga cercana de Eleanor Roosevelt.
Ernest, sin duda, dejó su huella. STrabajó como periodista en el Star de Kansas City, lo que le enorgullecía.
Parte de su obra se recuerdan: Fiesta, En nuestro tiempo, Por quién doblan las campanas, El viejo y el mar, Adiós a las armas. Y entre De sus cuentos, otra parte trascendente de su producción, los analistas dicen que resultaron fundamentales para entender el siglo.
Hubo un episodio que pone al descubierto el carácter de Hemingway y lo relata Paul Preston en su texto Idealistas bajo las balas.
Hemingway se encaró con el comandante con el comandante comunista Juan Modesto, irritado porque supuestamente intentaba flirtear con Martha. Lo retó a un duelo de ruleta rusa, pero antes de llegar al que hubiera sido a fatídico desenlace, se pidió al escritor que se retirara. Y lo hizo.