Los operadores políticos de la y los candidatos serán fundamentales en el actual proceso antes de que inicien las campañas formales rumbo a la gubernatura del estado, pues serán quienes consoliden el voto de las estructuras y cierren filas internas luego de los enfrentamientos que generaron sus designaciones, pero en el caso de la alianza Va por Hidalgo parecen no tener mayor interés en resolver las diferencias ni en la cicatrización.
La decisión de Carolina Viggiano de tener a un operador político de su equipo genera muchas dudas, principalmente en los grupos internos priistas, por tratarse de una figura novel de escasa experiencia e influencia entre las células internas y que representa la figura de la imposición que tanto han rechazado entre las nuevas corrientes.
Hasta ahora, sólo fotografías con vetustos dirigentes e integrantes de corrientes políticas que sólo han buscado beneficios personales, es lo que parece avanzar el coordinador de la precampaña de la aspirante del PRI, PAN y PRD, pero nada que pudiera mandar un mensaje de acercamiento con el grupo al que enfrentaron en la candidatura o con quienes han dominado la hegemonía política de su partido, senadores, diputados federales, exgobernadores o exrepresentantes de partidos políticos, nada.
Aparecen a menudo fotografías en redes y reuniones donde se hacen análisis de aritmética que en este momento son pocos útiles, el trabajo de escritorio parece ser lo suyo, cuando en realidad, en un análisis serio y crudo lo que necesita su precandidata es acercamiento y trabajo de campo en regiones como la huasteca de donde presume orígenes, pero donde se advierte un rechazo importante.
En la otra alianza, parecen las cosas más cohesionadas, el senador Cesar Cravioto mantiene recorridos en los 84 municipios del estado y eligió primero reunirse con los fundadores, esos que mantenían un rechazo abierto a la candidatura de Julio Menchaca y por lo menos consiguió el beneficio de la duda en ellos, dos de las cuatro corrientes ya están en los eventos de precampaña, consiguió sentarlos y que escucharan el proyecto.
Paralelamente, el alcalde de Mixquiahuala, José Ramón Amieva, nuevamente aparece en la escena, cercano al subsecretario de Gobernación, Alejandro Encinas, parece toma el rol de operador que le encomendaron desde los Pinos y abona al camino de los senadores, mientras que, en el caso del trabajo operativo con los sectores empresariales, sociales y de integrantes de otros partidos políticos, con bajo perfil, Natividad Castrejón suma lo necesario a la causa.
Así las cosas con los operadores, en dos meses se verá qué dio mayor resultado.
De mi tintero… Ahora que se recuerda el caso de Tlahuelilpan y el tercer aniversario de la explosión, bien valdría la pena investigar por qué Hidalgo sigue en el primer lugar de huachicoleo en el país, cuando el Ejército mexicano tiene bajo vigilancia y supervisión más de 3 mil kilómetros de ductos, oleoductos y poliductos con más de cinco campamentos fijos en las regiones afectadas.
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