Los Charrez y su mundo al revés
Agujeros Negros
Con la misma estrategia de su hermano mayor de utilizar a sus seguidores para ejercer “presión social” para eludir la responsabilidad legal consecuencia de sus violaciones a la ley; Vicente Charrez Pedraza ex candidato a presidente municipal de Ixmiquilpan por el Partido del Trabajo (PT) pretende que la Procuraduría General de Justicia del Estado de Hidalgo (PGJEH) le retire los cargos o le aplique la misma medida que al ex diputado federal Cipriano de darle prisión domiciliaria.
Detenido desde febrero por posesión ilegal de arma de fuego y realizar disparos, esto sirvió para vincularlo por privación ilegal de la libertad de un funcionario federal de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) se le señala de ser el poder real en el ayuntamiento de Ixmiquilpan tras haber impuesto en la presidencia a Araceli Beltrán Contreras que tiene al municipio sumido en la ingobernabilidad por el alto grado de delitos y homicidios dolosos.
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La seguridad del Palacio de Gobierno fue sorprendida cuando no pudieron frenar a un puñado de tres decenas de seguidores de Vicente Charrez, que se apostaron en el cuarto piso afirmando que el menor de esta dinastía es un “preso político” por eso hasta se iban a declarar en huelga de hambre para lograr que quede en libertad este personaje a que Guacamaya Leaks lo asocia un jefe huachicolero.
No es de sorprenderse. Los hermanos Charrez Pedraza crecieron políticamente chantajeando empresas constructoras a través de sus organizaciones secuestrando directivos y maquinaria, la que liberaban a cambio de proporcionar ellos la mano de obra y después subcontratando la obra, todo solapado por los gobiernos estatales priistas en turno, lo que combinó con la pérdida de confianza de la gente en los grupos priistas.
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Estas acciones mucho tienen que ver con la posición del gobernador Julio Menchaca Salazar en su campaña proselitista de no tener acercamiento con dos grupos: el de los hermanos Charrez y el de Gerardo Sosa Castelán, sin embargo hay quienes los siguen viendo como activos políticos del lópezobradorismo en el Valle del Mezquital, al que sumieron en la inseguridad por su nexos con grupos delincuenciales y sus propios actos delictivos.
