Ley ISSSTE, 18 años después

Ley ISSSTE, 18 años después

La puerta queda entreabierta para una discusión amplia sobre los derechos de los trabajadores federales, no sólo los del sector educativo.

Alberto Witvrun
Marzo 27, 2025

Retirada que fue la reforma a la Ley del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) por la presión que ejerció un amplio sector del magisterio en el país como en Hidalgo, la puerta queda entreabierta para una discusión amplia sobre los derechos de los trabajadores federales, no sólo los del sector educativo, aunque fueron los combativos.

No es la primera vez que los cambios a esta legislación son frenados, en 2007 fue la Suprema Corte de Justicia de la Nación quien frenó en parte este proceso, con el recordado y vigente Transitorio 10, que determinó la no retroactividad de esta ley y dejando dos formas de jubilación, que los trabajadores de la educación demandan no sea por años y se queden en 28 años de servicio para mujeres y 30 para hombres.

El reciente proceso revivió corrientes emergentes en el Valle del Mezquital y la Huasteca con profesores de Educación Indígena y Telesecundarias, aunque hubo quien quiso profundizar la tensión en el equipo que llevó a Said Vargas Saénz a la secretaría general de la Sección XV del Sindicato de Trabajadores de la Educación (SNTE).

Hace 18 años 750 mil maestros rechazaron la reforma; en Hidalgo 7 mil se ampararon, el promotor para proteger derechos laborales fue el dirigente de la Coordinadora de Trabajadores de la Educación (CNTE) Andrés Caballero Zerón en contra de la voluntad del dirigente seccional Alejandro Soto Gutiérrez y de su jefe político Moisés Jiménez Sánchez.

En otra trinchera el ex secretario general de la Sección XV del SNTE, Sergio Hernández Hernández, entonces diputado federal por el Partido de la Revolución Democrática (PRD) quien en las elecciones de 2006 obtuvo en el distrito de Actopan, más sufragios que el candidato presidencial López Obrador, votaba en contra de esa ley cuando fue sometida al pleno en San Lázaro.

Ambos mantienen esa postura y coinciden en que se debe reformar la Ley del ISSSTE pero para beneficiar no para perjudicar a los trabajadores al servicio del estado, en particular al magisterio, al que pertenecen desde dos trincheras diferentes.