Ninde Molde En Contra del Mar

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Las abogadas de las mujeres

Abogadas de las Mujeres busca crear una red integrada por 838 profesionales, con presencia en los 32 estados del país, que orienten y asesoren a mujeres víctimas de violencias por razones de género.

Ninde MolRe
Mayo 7, 2025

La Secretaría de las Mujeres a nivel federal presentó uno de los componentes más ambicioso del Programa de Atención Integral para el Bienestar de las Mujeres, Abogadas de las Mujeres que busca crear una red de abogadas integrada por 838 con presencia en los 32 estados del país, que orienten y asesoren a mujeres víctimas de violencias por razones de género, pero con especial énfasis aquellas que busquen acompañamiento penal de forma gratuita.

El anuncio me ha provocado una serie de reflexiones y sentimientos encontrados. Por un lado, celebró esta iniciativa que me parece es urgente y necesaria ante los altos índices de impunidad y violencia que enfrentamos, particularmente cuando uno de los mayores obstáculos para acceder a la justicia es el propio sistema legal.

Durante varias décadas grupos feministas y abogadas feministas hemos tratado de organizarnos creando grupos, directorios para tener a la mano ante las urgencias. No hay día en que no se pregunte por alguna abogada con perspectiva de género que pueda, asesorar pro bono o con cuotas mínimas a otras mujeres que están en riesgo. Sin embargo, las manos son insuficientes y también las abogadas no podemos quedarnos sin ingresos para subsistir.

Así, aunque su mayor acierto de este componente sea la idea de generar una red amplia y que se haya asignado presupuesto para pagar honorarios a quienes formen parte, hay muchas preocupaciones y dudas sobre su funcionamiento.

Para empezar, los requisitos para poder entrar en la convocatoria son amplios y rigurosos, lo que tiene sentido si es que queremos que las defensas a las victimas tengan éxito. Sin embargo, eso no coincide con la forma de contratación que será por honorarios, lo que varias voces han señalado puede derivar en la precarización del trabajo de las abogadas, además de que no se ha hecho público a cuánto ascenderá el pago por los servicios profesionales. Si el pago no es competitivo, entonces el requisito de no ser titular o pertenecer a un despacho jurídico privado es excesivo.

Otra de las preguntas que surgen es sobre los recursos necesarios que los litigios requieren, para que haya una defensa exitosa no se requiere únicamente de tener una buena abogada, sino recursos económicos para poder asistir a las audiencias, desahogar pruebas, contratación de peritos, entre otros que no queda claro quien cubrirá.

Las intenciones y esperanzas puestas en las Abogadas de las Mujeres son muchas, el componente tiene un potencial sin precedentes para reducir la impunidad y que la justicia esté al alcance de todas, pero si no se pone atención a las críticas, a continuar con el compromiso de mejora de su funcionamiento, el fracaso será inminente y bastante doloroso porque tendrá impacto directamente en las mujeres que hoy están siendo víctimas de la violencia machista.