La segunda parte de la vida

DeLiberadaMente

¿Has pensado que tu vida puede empezar de nuevo cuando te lo propongas?…

Las personas estamos hechas de historias, de la forma en la que transitamos por los recuerdos, de las creencias que predominan y nos llevan a conducirnos de una u otra forma, en cada elección o renuncia está impreso el autoconcepto y la evaluación que en el momento presente estamos haciendo de la persona que somos y el nivel de bienestar tiene por mucho como principal influencia cuánto nos sentimos satisfechos o satisfechas con la vida que hemos tenido, con el aquí y el ahora.

Aunque no suelen gustarnos, atravesamos por crisis en las diferentes etapas de desarrollo, algunas tienen casi todo que ver con la fisiología, pero muchas otras con el contexto y las circunstancias.

Entre otras variables son las crisis bien elaboradas las que permiten el crecimiento, es ante el sufrimiento o derivadas de la motivación cuando las crisis nos invitan (o nos obligan) al cambio.

Todos y todas tenemos una historia que no escribimos, que escribieron los padres, el entorno en el que crecimos, y luego está, la historia en la que se fue siguiendo el guion conocido, en la que no se cuestionan las creencias, ni quienes somos realmente o lo que podemos llegar a ser, hasta llegar por fortuna, a tomar las riendas de la propia existencia y empezar la segunda vida.

Esta exige cuestionar las creencias, reevaluarse, mirarse de una manera distinta o tal vez, empezar a mirarse por primera vez.

Ciertos momentos como el llegar a la mitad promedio de la vida, el divorcio, la viudez, el nido vacío, la insatisfacción por lo que no se ha hecho, o bien, el redescubrirse y comprender que la plenitud no es imposible.
Te das cuenta de que ha llegado el momento de comenzar la segunda parte de tu vida cuando por medio de la introspección te comprendes mejor, al tener claro lo que ya no quieres y lo que mereces, puede ser después de un gran dolor, tras vivir en sufrimiento, cuando ya no te sientes bien contigo… siempre hay señales que te indican que es tiempo de empezar de nuevo.

No siempre la segunda vida comienza desde las ruinas de algo, en ocasiones es un grito de la existencia que pide expandirse, son también las ganas de vivir, de enamorarse nuevamente (de alguien, de la vida o de sí mismo), de conquistarse y darle nuevos sentidos a la existencia.

Saber que tienes la posibilidad de hacerlo es el principio para concretarlo.

Se requiere determinación, acción y paciencia, los esquemas que se han adoptado anteriormente no desaparecen por arte de magia, sin embargo, cuando la necesidad del cambio es imperiosa hay quienes se reinventan en muy poco tiempo.

¿No sería un gozo llegar al final de la vida con la satisfacción de saber y sentir que fuiste e hiciste lo que deseaste y que no dejaste solo pasar el tiempo en la añoranza o en el resentimiento?

Y no solo hasta ese momento, sino en el presente que es lo que hoy tienes en tus manos, el tiempo no regresa, postergar entonces tu mayor bienestar es un acto de poca consideración y generosidad hacia ti.

La gratitud ayuda a enfocarse en lo qué hay, lo creatividad en lo que puede ser y la determinación a empezar lo más pronto posible.

De cuándo en cuando es acertado evaluar cómo te sientes en cada área de tu vida, enfocarte en lo que depende de ti para que en cada escenario y en cada rol te sientas completo.

Si por alguna razón (o muchas) piensas que tu vida ha sido un caos y no buscas cómo deje de serlo te estás programando para más de lo mismo.

A veces las nuevas historias comienzan con el perdón, a los demás y a ti mismo.

Renunciando a lamentarse por lo que no se hizo, por los desaciertos, los autosabotajes y los abandonos, enfocándose en quitarse esas etiquetas que te impiden mirarte, sentirte y actuar de una manera más idónea en el presente.

¿Necesitas reinventarte? ¿Qué empezarás a hacer para lograrlo? Son los objetivos los que marcan el rumbo, darle fecha a los cambios es encaminarse a concretarlos.

¿Cómo quieres que sea tu segunda vida? Las opciones son tu decisión, del pasado solo se puede aprender, y cambiar en el presente lo que ya no quieres repetir.

Abraza tus crisis, y para no permanecer en ellas; cierra ciclos, fluye con la vida, fortalece el amor propio, afina la dinámica de tus relaciones, establece límites claros, mírate en el espejo y ve lo que necesita la persona que estás mirando.

Admitir positivamente que somos finitos es una invitación a disfrutar más de lo que nos ofrece la vida ahora, es cierto que no todo será color de rosa, que en la nueva historia también habrá capítulos que te gusten menos que otros, pero, entre más te determines a vivir conscientemente tendrás más soluciones para lo que sea necesario. Y vivir satisfactoriamente, sin cargar lo que ya no es, ni lamentarte por lo que no fue, si lo eliges tienes un mundo de mejores posibilidades de aquí en adelante.

¿Es tu momento de empezar tu segunda vida?

Un abrazo
Lorena Patchen
Psicoterapia y conferencias.

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