La reforma al Poder Judicial
En contra del mar
Ayer hubo varias protestas del Poder Judicial de la Federación en distintos puntos del país. ¿La razón? La desaparición de un fideicomiso importante que mantiene su labor. Si les soy honesta jamás espere ver una protesta del Poder Judicial de la Federación. Cuando litigaba en Hidalgo, un abogado que me formó y a quien admiro mucho me decía cada que íbamos a revisar expedientes a los Juzgados de Distritos que esa era la justicia de los ricos.
Y sí, el contraste entre los juzgados locales, el Tribunal Superior de Justicia y el Poder Judicial de la Federación era abismal. La gente no tenía mala cara, te atendía con paciencia y amabilidad, había mucho silencio.
Me resultó aún más curioso que justo es el Poder Judicial de la Federación quien tiene la labor más importante de todas: defender la Constitución y por tanto nuestros derechos humanos.
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El movimiento de aborto y el movimiento LGBTIQA+ hemos encontrado en este poder un aliado y un defensor que no habíamos tenido ni siquiera en órganos como las Comisiones de Derechos Humanos, que decir de los legisladores. Se han pronunciado fuerte y claro, exhibiendo como los Congresos y los Poderes Ejecutivos violan día a día nuestros derechos humanos.
Tampoco lo romantizo, hay varias cosas que faltan mejorar en el Poder Judicial de la Federación desde temas de quienes son las personas que acceden a ciertos puestos, accesibilidad para todas las personas y cumplimiento de algunas jurisprudencias; que son problemas mayores que se deben atender pero que su solución no está en la famosa reforma que desde Morena se busca realizar.
En los últimos meses desde el Poder Ejecutivo Federal hemos observado una persecución al Poder Judicial que viola a gran escala el principio de independencia entre los poderes. Cada que escuchamos que un proceso judicial como el de Lozoya, el de Murillo, el de los 43 tiene un declive el Ejecutivo señala que es el Poder Judicial quien se ha corrompido y libera “delincuentes”. Como sociedad, es muy claro que escuchar esto nos enfurece y más cuando escuchamos de sus privilegios, pero ojo…no todo es como lo pintan.
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Si bien hay jueces tanto locales (que son los que resuelven delitos como feminicidios, homicidios, violaciones, robos, etc.) como federales que pueden haberse coludido para cometer actos de corrupción la realidad es que muchas de estas liberaciones o fallas en el proceso se da porque las Fiscalías no realizan bien las investigaciones o peor aún se comenten una serie de violaciones a derechos humanos en el proceso que pueden venir de la policía o las fiscalías, que hacen que los jueces y juezas no puedan condenar a alguien. ¿Es injusto? Sí. Pero tenemos que exigir a estas autoridades que realicen su trabajo apegado a derechos humanos y que se integren las carpetas de investigación adecuadamente para que los jueces y juezas puedan realizar su trabajo adecuadamente.
En el contexto que estamos es importante defender la independencia del Poder Judicial de la Federación, porque su chamba no es estar a favor del Congreso ni el Presidente; sino proteger a las personas y nuestros derechos humanos.
Si exijamos una reforma pero que no sea para hacer un Poder Judicial a modo.
