La reacción del Estado ante la desesperación

Hidalgo tuvo uno de los fines de semanas más dolorosos en la historia.

Las lluvias que se registraron en el estado afectaron severamente a 28 municipios, entre ellos los de la Sierra de Tenango con los que se perdió comunicación en varias comunidades.

Algunas de las personas de estás comunidades emprendieron caminatas para poder salir y comunicarse con sus familiares y las autoridades para pedir ayuda. La desesperación era enorme, los familiares que estaban en la capital no sentían que las autoridades federales y estatales estuvieran trabajando de forma efectiva para llevar a sus comunidades los víveres que habían recolectado.

Así que para el domingo convocaron un cierre en la México Pachuca. Eran pocas personas que pacíficamente se manifestaban, al mismo tiempo que recolectaban más víveres. A la manifestación llegó una mujer que se presentó como Directora General de la Secretaría de Gobernación “para negociar” sin embargo los testimonios de los manifestantes dicen que solo les intimidó.

Los policías reprimieron la protesta. Los vídeos que circulan muestran cómo bajaron a una persona de su auto, lo tuvieron en el suelo y luego lo llevaron en la patrulla sin mencionar a dónde, hasta que finalmente fue presentado ante el MP.

Hasta la redacción de esta columna, el hombre continúa detenido esperando su liberación. Él ni siquiera se había manifestado, solo acompañó a su esposa quien tiene familia en la zona Otomí Tepehua.

Paralelo a esto, las personas califican que los esfuerzos para llegar a las zonas más afectadas son insuficientes. La desesperación por no poder comunicarse, por saber que no hay alimentos y agua potable, por no tener idea sobre la situación de familiares y patrimonio, la falta de comunicación de las autoridades han generado estas reacciones porque las protestas continuaron, al menos hubo otra enfrente a Palacio de Gobierno, que afortunadamente no tuvo el mismo fin.

Los desastres naturales no son tan naturales como creemos. Su aparición es cada vez más frecuente y de mayor intensidad, por el daño al medio ambiente que como humanos hemos realizado a lo largo de nuestra historia. Como personas, sociedad y gobierno tenemos que prepararnos para ello.

La represión de la protesta que personas desesperadas por no saber de sus familias no soluciono nada, solo daña el estado democrático. Esperemos que pronto la persona injustamente detenida recupere su libertad.

Por si esto no fuera suficiente, el fin de semana cerró con un linchamiento en Actopan por un presunto robo, en el cual una persona perdió la vida y cuatro más están en el hospital y en Pachuca dos hombres fueron asesinados dentro de su vehículo.

Los linchamientos son la más pura representación de la pérdida total de confianza en el Estado. Los condenó profundamente, son situaciones terroríficas producto de la impunidad y lo difícil que es acceder a la justicia, por ello es un poderoso mensaje que ojalá las autoridades sepan leer a tiempo.

Ante todo, lo que me devuelve la esperanza somos las mismas personas, que ante el caos no escatimamos recursos para ayudar a quien lo necesita. No todo está perdido.

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