La música es lo que me mantiene vivo: Eduardo Espinosa

El trovador, docente y cuentacuentos narra cómo esta disciplina lo conecta con el mundo y le permite conocerse

Eduardo Espinosa Sáenz canta y cuenta cuentos, es tallerista, trovador y generador de jóvenes guitarristas; originario de Tulancingo, por más de 30 años ha forjado una fraternidad y disciplina en torno a la música.

Su encuentro con esta disciplina fue a la edad de 12 años, escuchando música clásica y aprendiendo guitarra y acordes de trova cubana de forma autodidacta. 

“Aprender música fue como magia. Siempre practicaba en la parte más alejada de la casa para no interrumpir ni que me interrumpieran, y recuerdo que en alguna ocasión intenté aprender la canción ‘Campesina’, de Pablo Milanés, pero no lo lograba, durante la ensoñación vi y escuché los acordes y al despertar tomé mi guitarra y comencé a tocar”, recuerda. 

Su preparación profesional comenzó en la Escuela Nacional de Música, para aplicar en la licenciatura de Etnomusicología, no obstante, debió abandonar y continua de manera independiente. 

“Desde los 18 años comencé a presentarme en foros, peñas y centros culturales de la Ciudad de México, también en la UNAM y en la UAM ganando poco, pero aprendiendo mucho. Estuve muchos años como solista, después formé el grupo ‘Tengo’ y tocábamos música de pueblos, trova y algunas composiciones originales”. 

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Momentos para el alma 

Un episodio en la vida de Espinosa Sáenz que recuerda y comparte fue el conocer a Arturo Malpica, amigo de la preparatoria quien le brindó la confianza para interpretar y vivir de una manera única la música. 

“Él tenía secuelas de poliomielitis, pero siempre se las arreglaba para echar a volar el papalote de su risa con alguien. Tocaba la guitarra y cantaba arañando las estrellas, no tenías más que dos opciones: cantar con él o cantar con él y llorar”. 

Foto: Cortesía

Su música, explica, no sigue las cadencias propias de la trova de exponentes como Silvio Rodríguez, Pablo Milanés y Leo Bravo, sino que se caracteriza por ser trova fusión, en la que se mezclan el blues, jazz y funk. 

“La música es lo que me mantiene vivo, me conecta con el mundo de muchas maneras, me permite conocerme, aunque esto no siempre es grato, y me ha permitido lograr muchas cosas a nivel personal y profesional”. 

Docencia: semillero de talentos 

La docencia fue una labor que desempeñó de forma conjunta, desde los 21 años, en la Escuela de Iniciación a la Música y la Danza como maestro adjunto y tiempo después como titular, en la Ciudad de México, durante siete años. 

A su regreso a Tulancingo trabajó en primarias, secundarias, preparatorias y centros culturales, ejercicio que le ha permitido identificar el talento que existe en la región, sumando hoy en día a un gran número de generaciones involucradas en la música. 

“Afortunadamente muchos de mis alumnos continuaron sus estudios en la música y he tenido la oportunidad de preparar a algunos de ellos para ingresar a la Escuela Nacional de Música, y cuando regresan es muy satisfactorio ver su desempeño, su crecimiento profesional y ese lado humano a través de la música”. 

Este año la Fundación Humanista para el Desarrollo de las Artes, dirigida por el promotor cultural Omar Roldán, llevó a cabo un homenaje a Eduardo Espinosa, reuniendo a alumnos y amigos con Trova Tour Es, iniciativa que dio paso a la serie de conciertos que se realizarán el primer sábado de cada mes en el Centro Cultural Ricardo Garibay, en Tulancingo. 

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Proyectos 

Su labor como docente continúa de manera independiente contactándolo a través del número 775 1695340; asimismo, este año trabajará en la creación de dos discos, uno de ellos con canciones dedicadas a Tulancingo con los integrantes de Trova Tour Es, y uno más con poemas. 

“Todos somos artistas, todos podemos cantar, hacer poesía, pintar y crear, pero es importante no ligar nuestras capacidades, debemos encontrar aquello que nos apasiona y trabajar constantemente. Sabemos que no hay un sistema nacional formativo en la música o en las artes en general, por ello debemos esforzarnos para generar proyectos que sumen al desarrollo”. 

“Todos somos artistas, todos podemos cantar, hacer poesía, pintar y crear […], debemos encontrar aquello que nos apasiona” 

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