La LXVI
Desde lo regional
Hay en la historia parlamentaria mexicana etapas señaladas por su trascendencia: la unicameral y la restauración del Senado, los congresos constituyentes de 1824, 1857 y 1917, la primera presencia opositora en el Senado, en 1988 y la primera Cámara de Diputados de mayoría opositora, en 1997.
Igual momentos destacables por decisiones de sus sucesivas legislaturas, las cuales les identifica, ejemplo la reelección presidencial en el Porfiriato y la posrevolución, la declaración de guerra a las potencias del Eje, el voto femenino, la inclusión de diputados de partido, la Ley Federal del Trabajo, las desapariciones de poderes en 1975 de los estados de Guerrero e Hidalgo, la reforma electoral de 1977, la creación de la CNDH y el IFE, los juicios de desafuero de Jorge Díaz Serrano y Andrés Manuel López Obrador, la reforma orgánica y de facultades al Poder Judicial de 1994, la reforma de Derechos Humanos de 2011 y las estructurales derivadas del Pacto por México de 2012, y la inclusión de los programas sociales del actual gobierno.
Otros acontecimientos de gran impacto: la declarada responsabilidad del presidente Gustavo Díaz Ordaz por los sucesos de 1968, la nacionalización de la banca el 1 de septiembre de 1982; primera presencia opositora en cuatro escaños del Senado en 1988, uno ocupado por Ifigenia Martínez, las interpelaciones al presidente Miguel de la Madrid durante su último informe, calificación de la elección presidencial de 1988, fallida entrada al recinto del Congreso del presidente Vicente Fox por la cual se canceló el ritual del informe, el intento de abortar la toma de posesión del presidente Felipe Calderón, y la protesta del presidente Andrés Manuel López Obrador, desaforado en 2005 por el mismo Congreso ante el cual la rindió en 2018. Son de las más recordadas.
Algunos identificados más por los protagonistas: el suicidio del diputado oaxaqueño Jorge Mexueiro en la tribuna del antiguo recinto de Donceles, presidencia de la diputada María Lavalle Urbina, primera de una mujer en el Congreso de la Unión, respuesta del diputado Celso H. Delgado, única improvisada a un informe presidencial, el comandante Fidel Castro presente en la toma de posesión del presidente Carlos Salinas, celebración con la “roqueseñal” de la aprobación del FOBAPROA, el célebre discurso de Porfirio Muñoz Ledo en respuesta al informe del presidente Ernesto Zedillo.
Quizá una de las legislaturas más cuestionadas fue la XXVI, por haber aceptado la renuncia del presidente Madero y del vicepresidente Pino Suárez. La acusación es haberse doblado ante el general golpista Victoriano Huerta; su justificación: salvar la vida de los mandatarios.
El inicio de la legislatura LXVI del Congreso de la Unión marcó ya su historia. No obstante la composición mayoritaria, mismo color al del gobierno y por sus alianzas partidarias, fue de sobresaltos: primero por la discusión sobre la constitucionalidad de su conformación, luego el comienzo del ejercicio legislativo con el endoso de su antecesora de una reforma de gran calado y la premura para votarla, apenas horas después de instalarse.
Incongruente, dadas sus fortalezas, ese arranque a salto de mata, fuera de las respectivas sedes camarales, el amenazante mensaje de juicios políticos ante resoluciones judiciales; como protegiéndose, si no rehuyendo una petición ciudadana de escuchar a quienes representa, con barreras materiales y rechazo formal a la apertura; y las descolocadas expresiones del presidente del Senado, en una confusión con la militancia partidista, lejanas a su inteligencia.