La Bernardina es un disco muy personal y coherente con mi edad: Gabriela Bernal

La Bernardina es un disco muy personal y coherente con mi edad: Gabriela Bernal

La cantante utiliza de nueva cuenta las décimas, un recurso poético que realza, aún más, el trabajo creativo en sus temas

Angélica Ruiz
Febrero 22, 2025

La música de Gabriela Bernal es una mezcla que desafía gé­neros y tiempos, su eclecticis­mo la llevan por una constante reinvención al explorar diversos géneros como el rock, jazz, elec­trónica y folk latinoamericano.

En su más reciente trabajo dis­cográfico titulado, La Bernardina, se refleja la transformación de la cantautora nacida en Aguasca­lientes y afincada en Querétaro.

En entrevista con este diario, platica de un proceso que invita a la reflexión, a reafirmar el amor propio y a la conexión con lo más esencial de la vida.

La influencia de su entorno y el paso por diversos géneros se hace evidente en este, su quinto álbum, que fluye entre ritmos que evocan la tradición del canto revolucionario, la nostalgia del bolero o la improvisación del ja­zz. La propuesta resulta fresca, dinámica; y la escucha, un suspiro.

Son 11 temas que van mucho más allá de una simple narrativa de amor o desamor.

“Haciendo un análisis lírico, este trabajo es algo muy personal y coherente con mi edad. Recuer­do que en los primeros álbumes le cantaba al desamor, a la desilu­sión. Ahora ya tengo 41 años y me canto a mí misma”, comenta.

“Las letras son muy de amor propio, pero además con este flujo de sabernos frágiles, pero al mismo tiempo reconocer la fuerza de uno mismo. Son temas muy fe­meninos”, ahonda Gabriela.

En La Bernardina, Gabriela uti­liza de nueva cuenta las décimas, un recurso poético que realza, aún más, el trabajo creativo.

“Me acerqué a ellas durante la pandemia. Fue a través de un taller con el cubano Alexis Díaz-Canel lo que me llevó a enamorarme de la estructura.

“Después, hice un libro llamado Manual para mi primera vida; son puras décimas, como manuales: manual para perdonar, manual para días difíciles… Y luego de ahí salió mi cuarto álbum con puras canciones en décimas”.

El vínculo de Bernal con la len­gua y cultura de los pueblos ori­ginarios también tiene un lugar importante en La Bernardina. En particular, su interés por el canto hñähñu, una de las variantes del otomí. Esta maravilla se aprecia en el tema La Piedra, traducida y adaptada a este idioma, con lo cual refuerza su visión de conec­tar con las raíces ancestrales.

“Aunque no tengo raíces direc­tas, siento que todos venimos de un mismo lugar”, expresa Gabi sobre esta fusión cultural, desta­cando el simbolismo profundo de cantar en una lengua madre.

En La Bernardina se aprecian destacadas colaboraciones con amigos y artistas cercanos y queri­dos por Gabriela Bernal, como las reconocidas Iraida Noriega y Nan­cy Zamher, o la banda mexicana Amber. Pero una, muy especial, es la participación de su padre, Er­nesto Bernal, quien le envió una de sus canciones para que su hija le pusiera letra y melodía.

A lo largo de 12 años de carre­ra, Gabriela Bernal ha mantenido una propuesta autogestiva e inde­pendiente, lo que le ha permitido crear una conexión real y autén­tica con su público.

Su objetivo no es la fama, sino hacer de su música una herramien­ta para la reflexión y el cambio.

“Mi visión va mucho más con públicos que busquen algo más íntimo, cultural”, afirma.

El lanzamiento de La Bernar­dina, lo prepara para llevarlo a diferentes puntos del país, con presentaciones en Guadalajara, Querétaro, Aguascalientes y la Ciudad de México. Por lo pronto, el disco ya se puede escuchar en la plataforma de Spotify.

Este es solo el inicio de la eta­pa en la que finalmente, después de años de trabajo, se dedicará a compartir su música en vivo con su público, en lugares donde pue­da expresar todo lo que este disco significa para ella.