Jessica Blancas y el abuso del poder
Punto por punto
A la suma del caso Accendo que representó una pérdida hasta ahora de 800 millones de pesos, irregularidades por deficientes manejos financieros, ahora la ex Secretaría de Finanzas, Jessica Blancas Hidalgo, enfrenta los señalamientos de haber simulado labores de altruismo a través de la fundación que lleva el nombre de su madre Delia, para apoderarse de un terreno de más de una hectárea en el campo de aviación 1, en la colonia Venta Prieta.
La historia comenzó hace poco más de un año, pues de acuerdo al acta notarial de Juan Alberto Flores Álvarez, el 15 de julio de 2021 fue creada la asociación Delia con el propósito de apoyar a niños con discapacidad y sumarse a las tareas que ya realizaban desde hace 9 años Ana María González Hernández a través de la organización Milka y Corazón Lumardi.
De acuerdo con las versiones de las afectadas, se sabe que fue Laura Elizabeth Chincolla Hidalgo, hermana de la ex funcionaria estatal, quien convenció a las creadoras de Milka de sumarse a Delia y encontrar nuevos espacios que mejoraran la atención de quienes tienen capacidades diferentes.
Para ello, le prometieron a Ana María González el control de las asociaciones y la representación legal de By Milka Fundación Delia, lo que en apariencia ocurrió, pues con ese nombramiento fue que solicitó la donación de 3 mil metros cuadrados en el también llamado circuito de la salud y con asombrosa celeridad, tres días después se publicó en el Periódico Oficial del Estado (POEH), la donación del terreno, donde comenzaron a construir y se mudaron los 48 usuarios para recibir atención.
El asunto no paró ahí, pues con el mismo argumento, Iván Gutiérrez Chincolla, sobrino de la ex titular de finanzas, solicitó la venta de 7 mil metros cuadrados contiguos a la superficie entregada por la administración pasada, la cual se concentró a un precio 70 por ciento menor del real y así se consolidó la posesión y propiedad de más de una hectárea.
Con la suspensión de los servicios por motivos administrativos y operativos de la atención a las personas con autismo y capacidades diferentes, surgieron las denuncias y señalamientos de que, en realidad, Jessica Blancas usó la bandera del altruismo y la buena fe de Ana María González, para hacerse de los terrenos, pues afirman que en todo momento fue ella quien participó en negociaciones, acuerdos y reuniones.
Hoy lo niños no están en las instalaciones que fueron dadas por el gobierno estatal para ese fin y esa podría ser una razón para que la actual administración revoque la donación, pues una de las cláusulas establece que deben pasar al menos dos años en operación para lo que fueron solicitadas, lo que evidente incumple la fundación Delia ó en todo caso entregarlas únicamente a Milka y Corazón Lumbardi que sí mantiene estas actividades, la palabra la tiene la Coordinación Jurídica del estado.
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