Indicadores de Movilidad en Hidalgo
Ciudad y movilidad
Hace una semana, se publicaron los indicadores del “Censo de Población y Vivienda 2020” del INEGI, con datos sobresalientes para el tema de movilidad en el estado de Hidalgo:
El primer dato positivo del banco de indicadores del INEGI es la disponibilidad de bienes que poseen las familias hidalguenses en contar con una bicicleta como medio de transporte, y es que el 22,5 porciento de las personas tienen en su hogar una bicicleta que es utilizada para trasladarse por los diferentes puntos del territorio estatal.
El segundo dato y como se había mencionado con anterioridad en este espacio, es el aumento de ciclistas y bienes (bicicletas) que cuentan las familias que habitan en la Zona Metropolitana de Pachuca, donde el 19,7 porciento de la población disponen de una bicicleta para ser utilizada como medio de transporte.
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El tercer dato revelador de este censo es el aumento del parque vehicular en el Estado; de acuerdo con el INEGI el 44,3 porciento de la población de Hidalgo, cuenta con un vehículo o camioneta en el hogar, es decir, casi la mitad de las personas del estado cuentan con un vehículo motorizado para utilizarlo como medio de transporte.
Estos indicadores nos demuestran 2 cosas: Primero, que la política de movilidad que se ha impulsado en los últimos años en Hidalgo y en los ayuntamientos, ha favorecido para que las personas opten por adquirir un bien motorizado y no vehículos sustentables. Segundo, existe un sector de la población que está dispuesta a transformar la forma de desplazarse en la ciudad, pero requiere seguridad y conectividad para trasladarse de forma sustentable y que, a su vez, fomenta a que más usuarios ciclistas transiten en otros medios de transporte no motorizado, impactando favorablemente en los traslados de miles de personas que ven en la bicicleta una alternativa y medio de transporte eficiente, sano y sostenible.
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Por lo anterior, obliga a reflexionar tanto a las autoridades como a los ciudadanos: ¿En qué ciudad nos gustaría vivir en los próximos años…? En una ciudad con altos índices de contaminación atmosférica, tráfico vehicular, tiempos de desplazamiento largos; o bien, en una ciudad amigable, donde el peatón y el ciclista pueda disfrutar de la calle de forma segura, teniendo alternativas de traslado eficiente para llegar nuestros centros laborales, educativos o de esparcimiento, entre otros beneficios.
Transformar la forma de desplazarnos en nuestros entornos urbanos y rurales, es una corresponsabilidad entre autoridades y ciudadanos que nos permita transitar hacia ciudades mayormente habitables en condiciones de equidad y justicia, elevando la calidad de vida de la población y mejorando la competitividad de nuestras ciudades.