Identifica Semar farmacias que venden productos con precursores de fentanilo

El gobierno federal tiene identificado la proiliferación inusual de farmacias en zonas turísticas como Los Cabos y Ensenada, donde estos establecimientos venden mercancía que contienen precursores de fentanilo, informó el secretario de Marina, Rafael Ojeda quien reportó que recientemente tuvieron que realizar un operativo en Ensenada para identificar las farmacias que vendían este tipo de productos y cerrarlas.

Durante su conferencia, el almirante dijo que en Ensenada hay 800 farmacias, una cantidad excesiva, por lo que se cerraron algunas de ellas , muchas de las cuales vendían las 24 horas,asociado a la venta de estos productos que son precursores de drogas químicas. En el mismo caso está Los Cabos donde se realizó una investigación para identificar aquellos establecimientos que también venden productos ilegales, para lo cual están en coordinación con laComisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios.

En otro orden de ideas, Ojeda destacó que hasta ahora no han tenido ningún reporte de introducción ilegal de vapeadores por los puertos y el aeropuerto Internacional de la CIudad de México (operado por la secretaía de Marina), pero mencionó que también se coordinan acciones con la Cofepris, para impedir la introducción de estos productos dañinos para la salud.

En su oportunidad, el presidente, Andrés Manuel López Obrador reconoció que se deben endurecer las acciones contra la venta ilegal de vapeadores, porque son productos que, está comprobado, son muy dañinos para la salud, y que afectan seriamente las vías respiratorias, especialmente entre los jóvenes, quienes son los que mas los consumen.

Consideró que las empresas que producen y comercializan los vapeadores mienten al señalar que son productos que no hacen daño a la salud de la población. La Secretaría de Salud cuenta con investigaciones que acreditan los daños graves a la salud entre la población que consume estos vapeadores.

Por Alonso Urrutia y Emir Olivares

Fuente
La Jornada
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