Guillermo Ochoa salva al Tri

¡Memo, Memito, Ochoa…hazle un hijo a mi mujer! Fue el grito de un hombre que se quedó viendo el juego en el que México igualó a cero con Polonia gracias a que el portero mexicano detuvo un penalti a Robert Lewandowski.

En la frontera entre Neza e Iztapalapa se siente la presión, además de que la cumbia y la salsa se baila y se goza, también ver al Tricolor es emoción.

Zona donde adoran a San Judas Tadeo y a la Santa Muerte, pero desde este 22 de noviembre levantarán altares a San Memo Ochoa.

Y es que detener un penal en Copa del Mundo y más a Robert Lewandowski no es cosa que se ve todos los días.

México llegaba a zona polaca, pero las torres en la defensa europea anulaban cualquier intento de los verdes mientras que en una plaza comercial al oriente del Estado de México y de la CDMX había directores técnicos en una banca observando la televisión y dando órdenes.

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Sin embargo, sus indicaciones no las escucharía Gerardo «Tata» Martino a tantos miles de kilómetros, pero los señores continuaban desgañitándose pidiendo ajustes, que centrará El Chucky Lozano o Henry Martin tuviera calma para definir.

«¡Me lleva la tía de la muchacha! Tienen el partido en las manos y no saben dar el último estirón», gritaba Gilberto Andrade, de 70 años de edad y según él «director técnico de las Chivas Neza infantiles».

Un café, pan o hasta tacos de suadero que compraron afuera del metro Acatitla con todo y tierra de la calzada Zaragoza mitigaban el hambre y los nervios.

México tenía llegada, dominaba y reventaba el esférico en la muralla blanca.

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En el Estadio 974 de Doha, Qatar, se escuchaba el Cielito Lindo y en la frontera Neza-Iztapalapa …»Reyes de amor tú y yo, reeeyes de amooor», como para bailar con Alexis Vega, quien mostró carácter en la cancha.

Los pupilos del » Tata» pusieron el corazón, propusieron, pero como han mostrado desde hace años, les falta finiquitar, no tuvieron la capacidad para horadar las redes de la Águilas.

Justo en los últimos minutos del encuentro fue cuando la hazaña de Memo Ochoa tomó más relevancia, parar ese penal no se lo pagarán con nada millones de mexicanos.

«Háganle un homenaje a Memito, pongan su estatua en Reforma en donde estaba la de Cristóbal Colón», dijo Francisco Rosas, quién dejó su mototaxi estacionado un momento para ver a los verdes.

Un empate que sabe bien, sabe a guajolota o huarache, esos que los trabajadores de Sky devoraban mientras veían el planteamiento de Martino.

Ahora vienen los argentinos, esos que están heridos, dolidos y buscan oxígeno para seguir con vida.

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