“Estrategias para cuidar tu estabilidad emocional”
DeLiberadaMente
La estabilidad emocional surge de la capacidad de gestionar las emociones sin que afecten tu vida cotidiana, esa estabilidad consiste en no dejarse sobrepasar por las emociones, aun cuando las condiciones sean adversas, lo que es uno de los rasgos de las personas que implementan continuamente la inteligencia emocional.
(La inteligencia emocional es la capacidad de gestionar adecuadamente las emociones identificandolas y expresarlas correctamente, además de hacer que la emoción sea proporcional al evento que la está originando).
Cuando logramos tener estabilidad emocional podemos disminuir las preocupaciones, experimentar menos hostilidad o rechazo, prevenir depresión exógenas, manejar adecuadamente la impulsividad y generar un buen manejo del estrés.
El cuidado de la estabilidad emocional no implica que no se experimente la emoción, esto dejaría de ser sano, por salud mental es deseable que experimentemos: enojo, miedo, frustración, tristeza… pero lo que favorece el cuidado de la estabilidad emocional es aprender a estar bien y a funcionar correctamente por encima de la emoción el momento y no instalarse permanentemente en ninguna de estas.
Sigue leyendo: “¿Necesitas romper patrones?”
Que las emociones no produzcan un sube y baja emocional regularmente con el que se desgasta y se ve comprometida la salud física o mental, y por supuesto, la inestabilidad emocional da como resultado que la dinámica de nuestras relaciones se vea afectada, así como pueden influye de manera importante en la calidad del desempeño laboral y la convivencia social.
Algunas estrategias para cuidar nuestra estabilidad emocional son:
- Validar la emoción: Detectar como te sientes y darle el nombre adecuado a la emoción, de esta forma puedes identificar por ejemplo, que estas triste y no confundirte creyendo que estas enojado.
- No rumiar las preocupaciones, enfocarse en las soluciones y no perderse de disfrutar del presente inquietándose en aquello que queremos resolver, si en el momento presente no está a tu alcance la solución es preferible marcar un tiempo fuera hasta que se tenga la tranquilidad para poder mirar el problema enfocándote en la solución del mismo.
Un punto clave en el cuidado de la estabilidad emocional es crear y mantener la paz mental suficiente para no alterarse demasiado con pensamientos intrusivos o catastróficos.
Y para ello es conveniente:
Enfocarse en el sentido de realidad ¿Qué está pasando realmente?
¿Qué soluciones tienes?
¿Qué es lo peor que puede pasar?
¿Cómo puedes actuar y que otra opción tendrías a tu alcance?
Descartar lo que tu imaginación dice que puede pasar si esto es muy poco probable.
No juzgar ni juzgarte:
Confiar en ti y emplear tus recursos
Si lo que te altera es en relación a otra persona hablar con ella o alejarte emocionalmente si no es posible.
- Experimentar gratitud
Esta permite que te enfoques en lo qué hay, lo que es y lo que puedes hacer, además de lo que en el presente a pesar de las circunstancias te favorece.
4) Ser asertivo y enfrentar los problemas, si no lo haces y postergas lo que tienes que hacer esta emoción permanece, toma distancia y tiempo para hacerlo de manera segura y prudente, no lo postergues demasiado.
No actues por impulso.
- Tener claras las prioridades, la empatía y el autocuidado.
Saber a qué darle importancia y que dejar pasar de largo, si reconocemos que no tenemos el control de todo y que no estamos exentos de equivocaciones tendremos calma para afrontar los problemas, transitar y después abandonar la frustración.
También lee: Desarrollo emocional y desarrollo académico ante la COVID-19
- Contar con contención emocional: familiares, amigos, pareja, tener vínculos de calidad incrementan la estabilidad emocional, así como el saber que tanto para la alegría como para la tristeza cuentas con una red de apoyo emocional, hablar de lo que sientes, desahogarte, llorar, tener actividades lúdicas, emplear el sentido del humor es básico, si niegas la emoción o subestimas lo que te ocurre y lo que sientes no te permites elaborarlo y superarlo.
- Desechar el resentimiento para no amargarte la existencia y darte cuenta de que la estabilidad emocional no es estar feliz siempre ni no estar triste nunca, sino que es aprender a llevar tu vida emocional en equilibrio con los matices que esto requiere sin instalarse en una sola emoción ni ir de una a otra en periodos de tiempo muy breves.
Y por supuesto, la recomendación es asistir a un proceso psicoterapéutico, no esperar a estar en crisis para ir a terapia, hacerlo antes también favorece el autoconocimiento y aprender a desarrollar la inteligencia emocional y amor propio para transitar por la vida experimentando tus emociones plenamente sin tenerle miedo a tu vida emocional al no saber qué hacer con ella.
Evadir, disfrazar o negar tus emociones no da estabilidad emocional, lo que genera estabilidad emocional es desarrollar y emplear tus recursos para tener la capacidad de cuidarte y cuidar de otros en cualquier circunstancia.
¿Qué haces todos los días para mantener tu estabilidad emocional?
Marcarte límites y marcarlos en tus relaciones también aporta una gran dosis de bienestar, esta es casi sinónimo de la estabilidad emocional.
¡Feliz domingo!
Lorena Patchen
Psicoterapia presencial y en línea.