Estamos “casi libres” de problemas regulatorios con México: Iberdrola

Iberdrola aseguró que con la venta de los activos que realizará al gobierno de México quedan “casi libres” de todos los problemas regulatorios que se tenían con la autoridades nacionales.

“En términos de los problemas regulatorios que tenemos con el gobierno mexicano, varios de ellos estaban en los activos que hemos transferido o vendido al gobierno mexicano. Todos los problemas regulatorios se van con los activos, entonces podemos decir que estamos casi libres de problemas con el gobierno mexicano. Esto es un elemento muy importante de la transacción”, planteó José Sainz, director financiero de Iberdrola.

Lo anterior fue mencionado durante una presentación hecha por la empresa a inversionistas y analistas ayer desde Madrid, la cual se titula “La Nueva Iberdrola México”.

José Sainz estuvo acompañado por David Mesonero, director global de desarrollo corporativo de Iberdrola, y dieron detalles sobre la transacción, así como los planes de la empresa en México para los siguientes años.

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El lunes el presidente Andrés Manuel López Obrador e Ignacio Sánchez Galán, presidente ejecutivo de Iberdrola, anunciaron que la firma de energía venderá 13 plantas al gobierno de México, una transacción que significa que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) pasará a tener 55.5 por ciento de la generación de electricidad que se despacha en el país.

De acuerdo con el documento presentado por Iberdrola a los inversionistas y a los analistas, la transacción incluye 12 plantas de ciclo combinado con una capacidad total instalada de 8 mil 436 megavatios y un parque eólico de 103 megavatios.

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En este sentido, 7 mil 400 megavatios u 87 por ciento del total de la operación están contratados con la Comisión Federal de Electricidad (CFE) por medio del modelo de Productores Independientes de Energía (PIE).

A su vez, explica, cuatro plantas que generan mil 400 megavatios están “afectados por litigios abiertos con organismos reguladores” y serán “transferidos con los activos”.

David Mesonero expuso a los analistas que la operación deberá contar con el visto bueno de los reguladores mexicanos, aunque esperan concretarla lo antes posible.

“Iberdrola mantiene su presencia en México… El siguiente paso, según el calendario, es cerrar la transacción en las próximas semanas recibiendo las autorizaciones de la CFE, la CRE y el Cenace. La idea común entre el comprador y el vendedor es cerrar (el negocio) lo antes posible, siendo la fecha límite el 31 de diciembre de este año”, señaló Mesonero.

Planteó que es la operación “más grande” del sector energético mexicano y la quinta más relevante en Latinoamérica “además de una de las más importantes para Iberdrola”.

Por Julio Gutiérrez / La Jornada

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