DANIEL-FRAGOSO-EL SURTIDOR

Daniel Fragoso Torres

Erosión de la intimidad

Todo lo que antes se hacía por otros medios se puede realizar en la actualidad con un dispositivo electrónico: un ordenador, una Tablet, un móvil. Esos instrumentos estarán cada vez más fusionados con nuestro cuerpo y conectados con todo lo que nos rodea.

Daniel Fragoso
Junio 8, 2025

En su artículo: “La sociedad trasparente digital o el infierno de lo igual”, Vicente Bellver Capella y Lukas Romero-Wenz, apuntan que:  “Vivimos en una sociedad en la que lo digital lo ha invadido todo. Todo lo que antes se hacía por otros medios se puede realizar en la actualidad con un dispositivo electrónico: un ordenador, una Tablet, un móvil. Esos instrumentos estarán cada vez más fusionados con nuestro cuerpo y conectados con todo lo que nos rodea. La tecnología digital ha pasado por tres fases (Hidalgo, 2022, pp. 31-34).

Una primera fase sólida, en la que el acceso estaba limitado a determinados espacios y, en consecuencia, a unos tiempos también determinados. Es la época del ordenador de mesa. La segunda fue la fase líquida, en la que la tecnología nos acompañaba y permitía el acceso continuo y desde cualquier lugar. Es la época del móvil, la Tablet y el ordenador portátil. Finalmente, llegamos a la fase gaseosa, en la que la tecnología es el mismo aire que respiramos pues ya no nos resulta posible vivir sin ella y está presente en todos los espacios y momentos de nuestra vida: “la smarthome transforma todo el hogar en una prisión digital que registra de manera minuciosa nuestra vida cotidiana” (Han, 2022a, p. 17).

Esa envoltura digital, al hacernos completamente transparentes, nos transporta progresiva e inadvertidamente a un mundo virtual que desplaza el mundo real. Nuestra vida “real” pasa a ser la que vivimos en el metaverso, mientras que la que vivimos en el mundo físico y contingente se va convirtiendo en un anacronismo: “el orden terreno está siendo hoy sustituido por el orden digital”

En este sentido, Byung-Chul Han sostiene que la sociedad digital ha llevado a una erosión significativa de la intimidad. Y afirma que la sociedad digital promueve la transparencia y la visibilidad constante, lo que erosiona la privacidad y la intimidad.

Esta perdida de la esfera privada provocada por la tecnología digital ha difuminado los límites entre lo público y lo privado, llevando a una exposición constante de la vida personal, donde sólo importa la idea que comunicamos, el discurso creado sobre lo que para el individuo debiera ser su lugar en el mundo. Encajar en una pasajera instantánea de redes para crear la idea de una vida que no necesariamente es la que se vive o se desea vivir, el gran imperio de la apariencia.

Han cree que hemos llegado a un punto de la mercantilización de la intimidad donde las empresas y las plataformas digitales aprovechan la intimidad de los usuarios para fines comerciales, convirtiéndola en una mercancía, el interés y el deseo del ser humano vertido en data e identificado por un bombardeo de imágenes preconcebidas por un algoritmo de las últimas búsquedas en la red, sin que ellas representen el verdadero interés del navegante.

Otro punto importante señalado en este proceso de erosión de la intimidad está en lo que genera la comunicación digital, la cual puede llevar a una superficialidad en las relaciones, dificultando la conexión profunda y significativa con los demás. En lo efímero de la representación individual se construyen frágiles relaciones cimentadas en la imagen y no en la comunicación interpersonal y el conocimiento del otro. Como consecuencia de lo anterior, es trascendente darle importancia a la distancia y a la privacidad en las relaciones para preservar la intimidad y la autenticidad.

Coincido plenamente con Han en el hecho de que la sociedad digital ha transformado la forma en que experimentamos la intimidad y la privacidad, y por ello es importante repensar nuestros valores y prácticas en lo público y en lo privado.