Seguramente usted lo ha vivido por lo menos una vez en su vida laboral. O no le pagaron lo pactado, o le despidieron sin causa justificada, o por recorte de personal. O si es mujer, le pagan menos que a los hombres que tienen la misma responsabilidad.
«El primero de mayo es el único día verdaderamente universal de la humanidad entera, el único día donde coinciden todas las historias y todas las geografías, todas las lenguas y las religiones y las culturas del mundo”, dice Eduardo Galeano, escritor y humanista.
Nos recuerda cada año este derecho humano que tenemos para subsistir, para desarrollar nuestras potencialidades, para ser creativas y creativos, productivos, para proveer a nuestras familias de lo necesario: alimento, techo, salud y armonía ¿Por qué no? Por eso, cada que alguien pierde su empleo sin esperarlo, o bien, que no encuentra empleo, es tal la falta de ánimo, energía y esperanza, por no obtener esa tan sencilla, pero tan deseada ocupación a cambio de un salario.
Internacionalmente, el Día del Trabajo se conmemora desde 1889, como homenaje a los obreros sindicalistas anarquistas de Chicago. En el 1º de mayo se reivindica la lucha de los obreros por sus derechos laborales.
En México, también es considerado como un derecho humano. Los obreros se manifestaron con un movimiento y, como respuesta, se incorporó a los Derechos Sociales en la Constitución Mexicana de 1917. Es el Artículo 123º, donde se establecen los derechos laborales.
Así que además de ser un derecho humano, es un derecho constitucional que, en nuestro país ha tenido mejoras, cambios. Se han logrado días de descanso, seguridad social, formación de sindicatos y prestaciones de acuerdo con cada empresa o institución pública.
Por cierto, el año pasado en nuestro país, se logró duplicar el número de días de vacaciones desde el primer año, con el fin de que, además de ampliarse la convivencia en familia, el sector económico tenga mejoras.
Y hace no muchos días, se aprobó el descanso de no sólo un día de descanso para muchos empleos, sino dos días para la jornada laboral de cinco días. De tal modo que también incrementará la convivencia familiar, sin duda.
Sin embargo, donde persiste desigualdad es en el trabajo de las mujeres. Existe una brecha salarial de género.
En México, señala Cimac Noticias, el 50 por ciento de las mujeres que forman parte del mundo laboral ganan lo equivalente a un salario mínimo. Por el contrario, el porcentaje de hombres con las mismas ganancias es de cerca del 38 por ciento según la última Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE).
Define las brechas como la diferencia “entre el promedio de salario de los hombres y de las mujeres dentro de un centro laboral, sector o país”.
Así que lo anterior se relaciona con el valor que se le atribuye al trabajo de las personas. Y señala: “el hecho de que las mujeres tengan menores ingresos que los hombres está relacionado con cuestiones como la discriminación de género y los estereotipos y roles establecidos en nuestro imaginario colectivo. De ahí que erradicar las brechas de género sea también dar un paso hacia la eliminación de la violencia y la discriminación en contra de las mujeres.”
Lo cierto es que… en los derechos de las y los trabajadores hay mucho por avanzar. Y las mujeres permanecen con las brechas salariales que les impide tener una mejor economía, en consecuencia, mayores satisfactores.
Twitter@AidaSuarezCh
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