El pastel que quiere el sindicato del cemento

El pastel que quiere el sindicato del cemento

Da risa el argumento que sostiene que 180 camioneros secuestraron Pachuca el pasado miércoles porque están muy preocupados de que se resuelva el caso de dos niñas que sufrieron abuso sexual en Zimapán.

Jorge Romero
Febrero 21, 2025

El Faro

Da risa el argumento que sostiene que 180 camioneros secuestraron Pachuca el pasado miércoles porque están muy preocupados de que se resuelva el caso de dos niñas que sufrieron abuso sexual en Zimapán, y cuyo proceso sigue abierto luego de que una jueza de distrito en Sinaloa ordenó revisar la no vinculación a proceso penal de los acusados del delito.

Más allá del problema judicial, que involucra a la familia Trejo Leal, resulta difícil creerse el cuento de que alguien tenga interés en secuestrar una ciudad y algunas de las vías más importantes del Estado de México y Puebla solamente por un caso por demás ajeno al gremio del transporte.

El periodista Alberto Witvrun escribió que el personaje detrás del secuestro de Pachuca durante 11 horas fue José Neri Ortega Blancas, lider del Sindicato de Trabajadores de la Industria del Cemento, Asbestos, Cal, Yeso, Envases y sus Productos Similares y Conexos de la República Mexicana, quien a toda costa busca entrar a Zimapán para quedarse con el acarreo de materiales de la industria minera establecida en ese municipio hidalguense.

Pero, ¿de qué tamaño es el pastel que quiere quedarse el mexiquense en alianza con una parte de la familia Trejo Leal, dividida desde hace algunos años por el citado conflicto judicial?

De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la industria minera genera en la entidad 14 mil empleos en 131 unidades económicas activas. Zimapán es una de las zonas más importantes en el sector, pues 90% de la población trabaja en actividades relacionadas con la minería.

En la actualidad operan 16 minas que generan unos 2.2 mil empleos directos e indirectos, de los cuales 77% son ocupados por jóvenes.

En Zimapán se producen varios minerales metálicos y no metálicos. Entre los primeros, destaca la producción de plata, plomo, zinc, cobre, y oro. Las principales empresas son Carrizal Mining, Minera El Espíritu, Comercializadora Sago importExport, Compañía Minera y Beneficiadora Purísima, y la Compañía Minera Pal.

La joya de la corona es Carrizal Mining, que desde 2019  forma parte de Santacruz Silver Mining Ltd. Con la mina Zimapán, la empresa procesó 204 mil 507 toneladas de material en el cuarto trimestre de 2023.

Fuera de Zimapán, sólo destacan las compañías Real del Monte y Pachuca y  la Minera Autlán, ubicadas en Pachuca y Molango, respectivamente.

Por su importante participación en el sector minero, en Zimapán el gobierno estatal pretende establecer un clúster, único en su tipo a nivel nacional. En agosto de 2023, el gobernador Julio Menchaca firmó una carta compromiso para desarrollar el “Clúster Minero” en la citada demarcación, con objeto de impulsar un desarrollo sostenible y sustentable para esta actividad.

Es decir, la industria minera en Zimapán es un pastel apetitoso para los proveedores, entre los que se encuentran el sector de transporte y logística, servicios de mantenimiento y reparación de equipos y maquinaria minera, el suministro de insumos como explosivos, reactivos químicos y herramientas especializadas, e incluso los servicios de alimentación y hospedaje.

José Neri Ortega Blancas no es una graciosa alma caritativa. El también gobernador de los pueblos indígenas en territorio mexiquense tiene la mira puesta para imponerse como el principal proveedor de servicios de transporte para movilizar materiales, insumos y productos terminados en Zimapán.

Por eso la organización Transportistas Unidos de Zimapán salió a aclarar que no participaron en la movilización del pasado miércoles y se pronunciaron por impedir que Zimapán sea invadido por transportistas del Sindicato del Cemento del Estado de México, quienes ya habían intentado apoderarse de su trabajo literalmente a punta de pistola el pasado noviembre, bajo el cobijo de la Confederación Internacional de Organizaciones y Asociaciones Sindicales de los Estados Unidos Mexicanos (CIOASEUM), dirigida por Ortega Blancas. El gobierno estatal no debe ceder a la presión de este sindicato porril, que, como vimos esta semana, no le importa paralizar a la capital de Hidalgo para conseguir entrar y expandirse como un virus en la entidad.