Uno de los logros más importantes del ahora expresidente, Andrés Manuel López Obrador, en Hidalgo, sino el que más y que se escribirá en la historia del estado para ser contada por décadas, es la transición que impulsó para sacar al Partido Revolucionario Institucional (PRI) después de 90 años de hegemonía del gobierno estatal y convertir a Morena en la primera fuerza política.
Con la complicidad o no, del ex gobernador priista Omar Fayad, con quien mantuvo una relación cercana a partir de la tragedia más grande que le tocó enfrentar en su gobierno por el huachicol en Tlahuelilpan, donde murieron 137 personas, es innegable que la figura del tabasqueño fue determinante para cambiar a los grupos que durante décadas se mantuvieron en el poder.
Su influencia en el electorado, sumado a su alto nivel de aceptación ciudadana que siempre superó el 70 por ciento desde que inició su administración, le permitieron operar políticamente para pasar de la quinta a la primera fuerza política del estado, en menos de tres años.
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A la mitad de su sexenio, López Obrador ya había logrado quedarse con las 7 diputaciones federales locales, dos senadurías y por primera vez, la mayoría en el Congreso local y desde ahí, comenzar a tejer el proyecto más importante que era la gubernatura, con alianzas que en su momento fueron útiles y después fueron relegadas como el Grupo Universidad (GU).
Dicen los operadores morenistas que, la decisión de impulsar a Julio Menchaca y no a Gerardo Sosa o Francisco Javier, en la candidatura al gobierno del estado, fue determinante para el crecimiento del proyecto político de la 4T, que ya hoy tiene el Congreso local y la mayoría de los 84 ayuntamientos.
Para muchos, lo más importante fue la capacidad que tuvo de convencer a propios y ajenos, de que su proyecto político es más que una alternativa en el escenario local y regional, pues está anclado en la base social en cuya construcción también fue determinante la operación de los servidores de la nación y la delegación de Bienestar.
Se quedarán también los puntos de infraestructura a los que se aportaron recursos importantes desde la federación, como la planta coquizadora en Tula, el hospital regional del IMSS que nació de una tragedia y el aeropuerto Felipe Ángeles, que dieron a Hidalgo su primer terminal aérea, compartida, pero al final con impacto económico en el estado, aunque la insistencia es que sacar al PRI de su mano, será una de las aportaciones que se quedarán en la memoria.
De mi tintero… Muchos aspiraban a ese encargo, pero por ahora, parece que se quedarán con las ganas, pues en la delegación de Bienestar se quedará Abraham Mendoza Zenteno, quien para muchos, es el equilibrio entre las fuerzas morenistas locales y para otros un operador significativo en el avance de la 4T… Además de gobernadores, senadores y diputados, para nadie paso desapercibida la presencia del grupo de empresarios hidalguenses en la toma de protesta de la presidenta electa Claudia Sheinbaum, ahí estuvieron los mismos que asistieron a una reunión durante su campaña en Tulancingo, el grupo que desde hace algunos años acompaña el crecimiento e inversiones en diferentes sectores como Juan Carlos Martínez, Érick Alencaster, Carlos Barrera, Joel Guevara, Felipe Ahumada, entre otros…
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