El estilo Sheinbaum

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No ha pasado largo tiempo para poder delinear un tanto la personalidad de la presidenta de México Claudia Sheinbaum Pardo. Esto a través de lo advertido en sus intervenciones, tanto en la identificada conferencia mañanera, aún apegada a las formas de su antecesor, Andrés Manuel López Obrador, como en entrevistas, tras anuncios de proyectos a acometer.

Amable, atenta con sus interlocutores, brinda afectuosas sonrisas, y hasta pequeñas capsulitas de buen humor, sin desviar forma y sentido de respuestas, serias, como el no zigzaguear y mantener líneas rectas.

Hasta ahora mantiene la forma de operar en la tempranera conferencia de prensa, equilibrando intervenciones de periodistas, entre un número semejante de mujeres y hombres, que interpelan guardando las sanas distancias de prudencia, sin ininteligibles juegos de palabras. Con López Obrador no siempre había tiempo para que los informadores interrogaran

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Los cuestionamientos, muchas veces reciben explicaciones breves y mesuradas. Cuando se entiende que son de temas complicados, ella adelanta que dentro de los funcionarios (as) que correspondan responderán a la precisión que se requiera, y ha referidos que los invitará para ser tan veraces como se pide.

Algo no esperado fue la relación institucional que estableció con el embajador de Estados Unidos, Ken Salazar. La mandataria dejó claros puntos de reunión del diplomático con dependencias federales y que cualquier tema que Salazar pretenda ampliar, deberá hacerlo a través de la cancillería.

Ella informó que el secretario de Relaciones Exteriores (SRE), Juan Ramón de la Fuente, ya se entrevistó con Salazar, y comentó que “a veces, el embajador llama a un secretario, a otro secretario. Entonces, ahora le dijimos: bueno, si quieres tratar algún tema, por ejemplo, relacionado con la Secretaría de Energía, porque hay empresarios estadounidenses interesados en invertir y quieren saber la disponibilidad, pues será por medio de la cancillería”.

Sobre amigos del candidato presidencial republicano, Donald Trump, de imponer modificaciones al T-MEX, la mandataria señaló que en realidad se refirió a algunos aspectos asociados a la entrada irregular de productos chinos. Empero, anticipó que independientemente de quien resulte triunfador en los comicios del vecino país, “nos vamos a poner de acuerdo”.

Explicó que la integración comercial de México, Estados Unidos y Canadá es amplia, y la economía norteamericana “depende ya mucho de México”, por lo que se tendrá que llegar a acuerdos para consolidar los vínculos económicos. “Nosotros no competimos, nos complementamos, y eso está establecido en el tratado. Recientemente salió que estamos en el máximo histórico de exportaciones a Estados Unidos”.

Igualmente, también aseveró que el propósito de nuestro país es ampliar la integración comercial en la zona para incorporar a Centro y Sudamérica, lo que permitiría consolidar el continente como una sólida economía en el contexto global, aunque esto no implicaría cerrarnos a otros mercados.

Respuesta de Salazar

Poco después, hubo tácita respuesta de Ken Salazar a lo expresado por la presidenta Sheinbaum. Fue tras una visita a Nayarit en que el embajador tuvo una reunión con el gobernador de la entidad, Miguel Ángel Navarro.

Y manifestó que busca “seguir avanzando en los esfuerzos que impulsamos con el gobierno de México en nuestras metas compartidas, siempre con respeto a nuestra soberanía”.

Sobre Nayarit dijo que” el trabajo en materia de seguridad les ha llevado a una paz ganada en el estado” y reiteró  su compromiso de “trabajar juntos en esta tarea, ya que con la seguridad llegan la prosperidad y las inversiones para el bienestar de las familias”.

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