Brenda Flores. Opinión

Brenda Flores Alarcón

El Día Naranja desde el aula  

Hoy es Día Naranja, como el 25 de cada mes, una fecha que se conmemora para para actuar, generar conciencia y prevenir la violencia contra mujeres y niñas.  De manera cada vez más familiar hablamos del Día Naranja, conmemoración que  busca movilizar a la opinión pública y a los gobiernos para emprender acciones concretas con el […]

Brenda Flores Alarcón
Junio 25, 2022

Hoy es Día Naranja, como el 25 de cada mes, una fecha que se conmemora para para actuar, generar conciencia y prevenir la violencia contra mujeres y niñas. 

De manera cada vez más familiar hablamos del Día Naranja, conmemoración que  busca movilizar a la opinión pública y a los gobiernos para emprender acciones concretas con el fin de promover y fomentar la cultura de la no violencia hacia el género femenino, es común en alusión a este día, portar una prenda de color naranja, algún distintivo de la misma tonalidad y en escuelas, oficinas y espacios públicos se realizan diferentes acciones con temas relacionados a la prevención de la violencia en cualquiera de sus formas contra niñas y mujeres. 

Si nos vamos a las bases, tenemos que la fecha surge a raíz del 25 de noviembre, Día Internacional para la Erradicación de la Violencia contra las Mujeres decretado por la Organización de Naciones Unidas (ONU) en 1999, y con afán de hacer la lucha presente de manera más permanente, se implementa el día 25 de cada mes para sumar esfuerzos y que la lucha esté presente. 

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El tema da para mucho, el prevenir la violencia contra las mujeres y las niñas es responsabilidad de todos, se puede apreciar como hay más consciencia de ello, la población en general desde sus diferentes trincheras, se manifiesta con mayor frecuencia en apoyo a la no violencia, suele ser más común ver en sus redes sociales cartones, imágenes, frases o discursos en apoyo a esta fecha. 

Y aunque los esfuerzos son muchos, la realidad es que el camino aún es largo, los índices de violencia hacia el género femenino además de no disminuir van tomando nuevos y desafortunados matices. 

El Día Naranja es un recordatorio al respeto del género femenino y debiera conmemorarse todos los días desde casa, en los espacios laborales, en la calle, en las escuelas y en cualquier rincón de convivencia, sin duda, los centros educativos tienen un papel preponderante en esta lucha, ya que el aula debe ser un lugar seguro para niñas y mujeres y desde ahí gestar cultura en el tema, no basta con generar conciencia, se deben asumir compromisos para lograr el acceso de las mujeres y niñas a una vida libre de violencia. 

En este sentido, el docente actual debe inspirar una visión integral de la educación, abrir puertas y ventanas para impulsar a su alumnado a ser plenos, socialmente responsables y hacer de estos temas parte de su agenda, el aula es fundamental para generar cultura al respecto. Yo recuerdo cuando era niña y estudiante, que estos temas no se trataban y menos en un salón de clases, porque además de que no había sensibilización al respecto, era normal que niñas y mujeres fueran violentadas, era parte de lo que tocaba por el solo hecho de ser mujeres.  

En los últimos dos años y a consecuencia de la pandemia, la escuela en casa puso al desnudo contextos de violencia en los hogares que afectan en mayor proporción a niñas y mujeres, situación que también corrobora que la desventaja del género es amplia.   

El tema es tan importante, que, para la ONU, la violencia y la amenaza de violencia contra las mujeres es más extendida, porque viola derechos humanos, socava el desarrollo de los países, genera inestabilidad en las sociedades e impide el progreso hacia la justicia y la paz. La violencia contra las mujeres y las niñas tiene consecuencias físicas, sexuales, psicológicas e incluso mortales. 

Abonemos para que el 25 de cada mes no quede en conferencias o discursos, debe ser parte de nuestro día a día, de nuestro actuar, de nuestra cultura y sobre todo permearlo en el entorno y con nuestros hijos, para que el sueño de erradicar la violencia hacia las mujeres esté cerca de tomar realidad.