El despilfarro

No hay cosas gratis

Según el DEM, despilfarrar es gastar innecesariamente y en exceso o desperdiciar un recurso valioso. Sabemos bien que nuestros gobiernos normalmente gastan mal, pero una cosa es gastar mal y otra muy distinta es despilfarrar el dinero, desde hace 5 años el gobierno de López Obrador se ha dedicado al despilfarro y veremos algunos ejemplos.

Muchos pensamos que no hay nadie que conozca mejor sus necesidades que la persona misma, por lo tanto hace lógica que se quede con el mayor dinero posible en su bolsa. Como ya hemos platicado en otras ocasiones, la forma principal que tiene el gobierno de hacerse de recursos es si se lo quita a los ciudadanos vía impuestos, los obliga bajo coerción a dar parte del fruto de su trabajo para que el gobierno dé ciertos bienes y servicios que de otra forma sería muy ineficiente que las personas se hicieran de ellos. Piensen en las calles, en los drenajes, en cómo llega el agua a su llave, la seguridad, el alumbrado, etcétera. Es más eficiente juntar un poco del dinero de todos para tener o hacer cosas que usamos todos.

Como los impuestos son inevitables, también muchos pensamos que el gobierno debe de tener pocas tareas para que las haga de la mejor forma posible, el que mucho abarca poco aprieta, dirían los abuelitos. Tareas importantes, sí, pero pocas. Con un gobierno pequeño, que no es lo mismo que débil, el dinero que necesitaría para funcionar sería menor al que necesita un gobierno grande al que se le dan muchas tareas. La consecuencia de un gobierno pequeño es que los impuestos son menores y eso implica que las personas se puedan quedar con una mayor proporción de su ingreso y de esta forma poder cubrir mejor sus propias necesidades.

¿Qué tareas? La idea es que sean tareas que beneficien y desarrollen a las personas, prácticamente nadie podría estar en desacuerdo en pagar impuestos para que el gobierno dé servicios de salud o servicios educativos o gaste en seguridad pública, ya habría más debate sobre si el gobierno se debe encargar de organizar conciertos o si debería de tener una gasera. El asunto sería ponernos de acuerdo de tal forma que tengamos en mente que a más tareas, más impuestos y a más impuestos menor ingreso disponible para que la persona gaste en su persona.

El gobierno de López Obrador llegó con la bandera de la austeridad pero no ha habido tal cosa, en 6 años el gobierno de López Obrador habrá gastado más dinero que cualquiera de los gobiernos que le antecedieron. Lo que hicieron fue dejar de gastar en unas cosas para gastar en otras. Pero el problema no es que gaste mucho, el problema también es que además de gastar mal, desperdicia recursos.

Una de sus primeras decisiones, la de cancelar el aeropuerto, nos está costando alrededor de 350 mil millones de pesos, luego en construir uno nuevo, en construir un tren y una refinería se va a gastar alrededor de 900 mil millones de pesos, el problema no es que sólo en cuatro decisiones se gasten alrededor de  1.2 billones de pesos, el problema es que se lo gastan en cosas que no verán el retorno de la inversión, pagaron por un aeropuerto que no se va a construir, pagaron por otro que casi nadie quiere usar, pagaron por una refinería que en el mediano plazo será obsoleta y pagaron por un tren turístico que hace su recorrido lento.  La nueva es que gastaron dinero en poner una aerolínea que nos va a costar dinero en el futuro y su última ocurrencia, una farmacia gigante, no va a solucionar el problema de desabasto de medicamentos según expertos. Pero todo esto palidece frente a lo que se le ha dado a Pemex en este sexenio, 1.5 billones de pesos y contando, hoy Pemex está casi igual de endeudada, la producción de petróleo estancada y sigue perdiendo carretadas de dinero.

Todas estas malas decisiones tienen costo de oportunidad, el dinero que se gasta en una mala idea es dinero que no se gasta en una mejor, yo hubiese preferido mejores escuelas que tener aviones, pero igual yo estoy mal.

Mostrar más

César O. González

Apasionado de la economía y la toma de decisiones. Siempre a favor de la libertad y la responsabilidad individual. Aquí se cree en la evidencia, no importa que tan difícil de creer sea algo, lo creeré si hay evidencia que lo soporte