El cambio es hoy
El Surtidor
El 1 de abril de 1929 Bartolomé Vargas Lugo asumió su función como el decimoquinto gobernador constitucional de Hidalgo. Con él comenzó una historia de 93 años de gobiernos emanados del PRI.
De los 27 Gobernadores que hemos tenido en la entidad desde entonces, 19 de ellos fueron gobernadores constitucionales, tres interinos, dos suplentes, dos sustitutos y uno provisional. Ninguno ha representado nada que no estuviera relacionado con los intereses cupulares del partido que en su nombre lleva la contradicción: es revolucionario, pero también es institucional.
Bien que mal, hoy la historia tiene escrita en sus páginas que hace 23 años, Alfonso Abrego logró que Molango fuera el primer municipio que perdió el PRI en Hidalgo con un alcalde que era del Partido del Trabajo, a pesar de su origen partidista, con él inició la alternancia. Después, muchos municipios más lo han conseguido.
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La necesidad de luchar contra un régimen todo poderoso y la imposición de una sola manera de entender la política y el gobierno ha obligado al pueblo a hacer valer su voz y su voto. En 1999, al final del siglo XX, la oposición al PRI conquistó de manera directa 2 diputaciones locales; lo que se repitió una vez más en 2011, ya con la presencia de un Diputado surgido en la izquierda.
Desde entonces, muchos cambios se han acelerado y la gente hizo suyo un ánimo transformador. El momento crucial vino con el año 2018 y la 64ª Legislatura, en la que Morena se impuso en 17 de 18 distritos electorales. Para 2021, el Congreso del Estado volvió a hacer que el PRI dejara su comodidad para ser ahora la “oposición”, que más que otra cosa ha buscado, como siempre, seguir teniendo sus privilegios.
Hoy, domingo 5 junio del año 2022 tenemos la oportunidad única y tal vez irrepetible de que el deseo postergado de un cambio se materialice. Hoy, como nunca antes, en nuestra obligación ciudadana se concentra el poder de ponerle un punto final a la larga historia del unipartidismo en la entidad.
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Llegar a este punto no ha sido sencillo, muchísimas batallas han tenido que librarse. Casi todas perdidas, es cierto, pero las ganadas, son las que han hecho creer a la sociedad que este momento de transformación sea alcanzable.
Hoy no importan las encuestas. Lo único importante es que la voluntad del pueblo se materialice. Abrazar la esperanza de un cambio verdadero sólo es posible si la gente se vuelca en las urnas, emite su voto, y, sobre todo, cuida, hace valer y en caso necesario, lo defiende.
Si usted, verdaderamente desea darse la oportunidad de tener un gobierno distinto al que hemos tenido los hidalguenses en el último siglo, hoy es la oportunidad de lograrlo. La cita con la historia ya no puede postergarse. El destino de nuestras familias, el futuro de nuestros hijos se decide ahora. Salga, participe, haga valer su voz, deje atrás el pasado, vaya y cumpla, cumplamos todos con nuestro deseo de que Hidalgo sea una potencia.