El Bacheatón
No hay cosas gratis
El problema del mal estado en que se encuentran las calles de la mayoría de los municipios de Hidalgo es grande, hay que darle solución pero para eso primero hay que ponerse serios.
Hace unos días se anunció un programa gubernamental llamado Bacheatón, es la forma en cómo el gobierno le quiere dar solución a un problema más complejo. Una de las características principales del programa es involucrar a los ciudadanos en el cuidado de las calles haciendo que las personas agarren una pala y ayuden a tapar los hoyos. De inicio parecería una buena idea pero no lo es.
El primer problema con el que nos encontramos es que esta es una manera tramposa de transferir recursos privados al gobierno, en otras palabras, es como si el gobierno nos cobrara más impuestos, las personas que ayuden a tapar baches habrán pagado sus impuestos para tener buenas calles y luego utilizarán sus recursos, los cuales también tienen un costo, y se los darán al gobierno. Uno de esos costos es el costo de oportunidad del tiempo, por ejemplo, en lugar de estar leyendo un libro, de estar trabajando en algo que genere ingreso o de estar haciendo cualquier otra cosa que les dé más utilidad esas personas estarán usando su tiempo para trabajar para el gobierno. Habrán pagado doble.
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Las personas pagamos básicamente dos tipos de impuestos, uno es cuando nos quitan dinero por trabajar y otro es cuando nos quitan dinero por consumir. Nosotros transferimos una parte de nuestro ingreso, ingreso que obtenemos trabajando, al gobierno y el gobierno nos regresa ese dinero en forma de infraestructura pública, servicios públicos y otras cosas más. Ese es el pacto. Los economistas están generalmente de acuerdo en que hay ciertos servicios que por sus características es mejor que se paguen entre todos, no parece muy buena idea, por ejemplo, que cada quién pague su pedazo de calle. Algunos servicios tienen que ser pagados por los contribuyentes y algunos otros servicios tienen que ser pagados por los usuarios, aquí lo que debemos de tener bien claro es que en ninguno de los dos casos hay servicios gratis, cuestan.
El otro problema es uno de eficiencia. Por muy sencilla que se vea una tarea, como puede ser tapar hoyos con una mezcla negra, siempre será mejor que la realice alguien que sepa hacerlo, lo hará mejor, durará más, servirá más a la comunidad y lo hará en mucho menor tiempo. Por muy buenas intenciones que tenga mi vecina Juanita muy probablemente lo hará mal, el hoyo volverá a existir en poco tiempo y se habrá desperdiciado el recurso público pero también el privado.
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El problema de los baches no es un problema que se pueda arreglar así. Lo que tenemos que hacer primero es ver cuál es la raíz del problema para poderle dar una buena solución y se sabe que la raíz del problema es de dinero, los municipios no cuentan con los ingresos suficientes para arreglar las calles. En los municipios de Hidalgo casi 2 de cada 10 pesos que ingresan a sus cajas son recaudados por el municipio, es con eso tan poco que se tienen que tomar decisiones. La verdadera solución pasa entonces por, primero, hacer más eficiente la recaudación de los impuestos locales que hoy ya existen y, segundo, buscar la forma de que los municipios tengan más libertad para cobrar impuestos, si queremos mejores calles y mejor seguridad y mejores parques, el municipio tiene que tener más recursos de manera permanente. Esto es más efectivo que poner a ciudadanos a trabajar bajo un pretexto de hacer comunidad, “Cuidar las calles nos toca a todos” nos dice el eslogan del Bacheatón, cuidar las calles sí pero construirlas o arreglarlas no, esa es responsabilidad del gobierno, que para eso pagamos impuestos.