Aunque hemos avanzado mucho en la región del Abya Yala, uno de los lugares donde los derechos de las mujeres han estado en constante riesgo y en muchos casos retrocesos en los países centroamericanos, particularmente la defensa de los derechos sexuales y reproductivos, ya que los grupos en el poder que ahora gobiernan están ligados a los grupos conservadores y antiderechos, como siempre el feminismo ha formado parte de los movimientos sociales por la democracia, por ello es que han estado siendo hostigadas y perseguidas como ahora ocurre en Nicaragua por lo que me parece importante dejar el comunicado completo de la denuncia que hacen las feministas nicaragüenses a la comunidad internacional.
Este es el comunicado:
El programa feminista La Corriente denuncia ante la ciudadanía nicaragüense y la comunidad internacional, que el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, el día 8 de julio, acaba de concretar el despojo del local propiedad de nuestra asociación.
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A todas luces, el despojo de nuestra personería jurídica y la toma de nuestras instalaciones, es un acto ilegal que atenta contra la libertad de asociación contenida en la Constitución Política de la República de Nicaragua.
Durante 28 años consecutivos, el local de La Corriente fue un espacio de encuentro para la construcción de pensamiento crítico, reflexionar contra todas las formas de violencia, defender los derechos sexuales y reproductivos y aportar a la construcción de la paz y la democracia.
Reiteramos nuestro compromiso con la defensa de los derechos humanos y de los valores democráticos como condición para erradicar todas las formas de violencia.
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Managua, 8 de julio, 2022
La Corriente Somos Todas
Toda nuestra solidaridad con las feministas nicaragüenses ya que desde abril de 2018 ha cancelado 26 organizaciones feministas que apoyan los derechos de las mujeres, que les ha impedido obtener recursos para realizar su trabajo, en un país donde se han recibido 8 mil denuncias de violencia familiar y 5 mil víctimas de violencia sexual en el años 2021. Además durante este régimen 13 defensoras de derechos humanos están presas con condenas de 8 a 18 años de cárcel por luchar por la democratización del país, pero además como una venganza de este mandatario al feminismo de su país que en 1998 lo denunciaron públicamente la violencia sexual que Daniel Ortega cometió contra su hijastra, es por ello que se necesitan los ojos del mundo ante estas injusticias.
No puedo dejar de cerrar esta columna sin decir que también el 8 de julio murió el ex presidente Luis Echeverría, recordado por los ataques al periodismo y cargando a cuestas las desapariciones forzadas en nuestro país.. Memoria, justicia y verdad todavía son necesarias.
