De la FEUH al CEUEH

Agujeros Negros

En 2003 Alejandro Rosas García intento “destronar” a Gerardo Sosa Castelán, mediante el congreso Somos Diferentes que le costó su destitución y la extinción de la Federación de Estudiantes Universitarios de Hidalgo (FEUH) ahora un movimiento, no manipulado está por conseguir que el alumnado de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH) democratice la organización estudiantil.

La destitución de Esteban Rodríguez Dávila, cuyo periodo como presidente del Consejo Estudiantil Universitario del Estado de Hidalgo (CEUEH) creado el 26 de septiembre de 2003 con la elección de Christian Guevara Gálvez tras el interinato de Alberto Madrid Cortez quien justificó la desaparición de la FEUH mediante una encuesta entre estudiantes, es exigencia del movimiento que tiene en paro a la universidad desde el 20 de septiembre.

Desaparecer el brazo armado del que se sirvió para apoderase de la UAEH, no fue fácil, pero ya era una amenaza para la hegemonía, de Sosa Castelán que en cinco meses preparó la caída de Rosas García y del grupo que le apoyaba entre ellos Leodegario Hernández, Roxana Montealegre y Alejandro Olvera, los dos últimos al final fueron cooptados.

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Dirigentes estudiantiles y sindicales han sido títeres de Gerardo Sosa que tiene una jefatura vertical en la UAEH desde 1982, por ello los últimos dos, ilegalmente permanecieron cinco años en el cargo: Jorge Mayorga Olvera dejó el CEUEH cuando era diputado local electo en 2018 y Rodríguez Dávila quería seguir sus pasos, pero todo indica que no lo logrará.

En 20 años de existencia el CEUEH ha tenido cinco dirigentes, incluyendo a Fernando Enciso y Juan Carlos Muñoz; por cierto, el relevo natural de Mayorga Olvera era el entonces dirigente del Instituto de Ciencias Básicas e Ingeniería (ICBI) Omar Nájera Pérez, quien declinó para dar paso a un proceso con cuatro aspirantes dos mujeres y dos hombres.

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El entonces preparatoriano Esteban Rodríguez obtuvo además del apoyo de Nájera Pérez el visto bueno de Gerardo Sosa y la simpatía del rector Adolfo Pontigo, hoy los tres se arrepienten porque no tuvo liderazgo ni control y fue factor de que el movimiento parista se radicalizará.

En este escenario de ser destituido Esteban Rodríguez, los universitarios no deben confiarse; Gerardo Sosa sabe el peligro que representan para él, consejeros estudiantes electos democráticamente y tratará de evitarlo.

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