Cuando el celular gana toda la atención

APUNTES

A estas alturas del partido, seguro que en algún momento te has sentido ignorado o desplazado por alguien que solo ve su celular mientras está contigo.

Es indudable que, de la mano con el estilo de vida y rol de cada persona, el uso del teléfono móvil va de indispensable a básico, y es que la revolución tecnológica trajo consigo muchos cambios sociales, educativas y laborales con amplios beneficios, pero también consecuencias negativas relacionadas con el abuso. 

Existe una palabra que define ese exceso público en el uso del teléfono móvil y es el “phubbing”, que como muchos otros términos modernos es una combinación de palabras, en este caso proviene de phone (teléfono) y snubbing (hacer un desprecio).

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Son incalculables las ventajas al tener en la mano un dispositivo inteligente, en contraposición, se puede convertir en motivo de molestia ante un uso excesivo cuando se está con otras personas que han dispuesto su tiempo a la convivencia, reuniones de trabajo o en el aula.

Y aunque solemos revisar el celular cada determinado tiempo, eso es muy diferente a ignorar el entorno por ver el teléfono, esta práctica se puede asociar al temor de perdernos algún acontecimiento o desconocer lo que está pasando en las redes sociales, la posibilidad de interactuar en varios espacios al mismo tiempo, acercar lo que está lejano o simplemente las notificaciones constantes de nuestras redes que son una tentación.

Relacionado con el tema, el uso del celular en el aula bien encausado, puede ser de alto apoyo didáctico, de lo contrario resultará un gran distractor, sobre todo cuando el alumno practica el phubbing, éste es uno de los grandes retos para el docente.

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Nos pasa que el celular es lo primero que miramos al despertar y lo último antes de dormir, hay quienes, a falta de sueño, también recurren a él y las nuevas generaciones ya gestan sus diversas relaciones asociadas al uso del celular y el internet, lo interesante es lograr un autocontrol como usuario, queda demostrado que a menor autocontrol más probabilidad de adicción al teléfono y más posibilidad de realizar phubbing.

Es una realidad que el phubbing afecta relaciones amorosas, escolares, sociales y hasta laborales por las constantes interrupciones que merman la calidad de las interacciones, la mala sensación que deja el phubbing se asocia a un sentimiento terrible de falta de interés por ti cuando alguien toma el teléfono mientras hablas.

Algunos expertos en etiqueta señalan como una conducta grosera y hasta de mala educación el que alguien se sumerja en el teléfono como si estuviera solo, pero por encima de esto, es un comportamiento adictivo que provoca afectaciones como bajo rendimiento escolar, perjudica el desarrollo social, afectivo, además de reducir la capacidad de atención y de concentración.

¿Cómo combatirlo? Como es tan personal resulta complejo, se vale decirle a alguien que estás ahí, también funcionan los acuerdos familiares, laborales o en el aula para el uso controlado del teléfono móvil, la clave, me parece, es respetar espacios y sobre todo, valorar cuando alguien te comparte de su tiempo. 

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