⏱️ San Felipe Orizatlán: alcalde de aparición intermitente
Quien reapareció —solo por ratitos— en el ayuntamiento de San Felipe Orizatlán es el alcalde Carlos César Pérez Escamilla, después de haberse “refugiado” unos días en la CDMX por el proceso legal que pesa en su contra. Vuelve, firma algo, saluda rápido… y desaparece de nuevo. Todo indica que su situación jurídica lo acorrala cada vez más, y su presencia en la presidencia municipal ya parece más operación de escape que de gobierno.
⏱️ Mineral de la Reforma: Protección Civil sin protección
Otra vez quedó en evidencia la falta de capacidad del titular de Protección Civil municipal, David Aquino, quien no aplicó los protocolos correctos durante un incendio reciente ni alertó oportunamente a la población sobre los riesgos de toxicidad, pese a que el humo estuvo presente por más de seis horas. Los habitantes estuvieron expuestos sin orientación ni advertencias serias. Con un titular así, la protección civil parece pura simulación.
⏱️ Pachuca: limpiaparabrisas agresivos sin control
Continúan los problemas con los limpiaparabrisas que operan en semáforos de la capital. Automovilistas que no dan dinero reportan agresiones verbales y daños a sus vehículos. La policía municipal sigue ausente ante una situación que, más que molestia, ya representa un riesgo directo para la integridad de quienes manejan. La tolerancia a esta práctica ya rebasó lo razonable.
⏱️ Tula: excusas viejas para tragedias nuevas
El alcalde de Tula, Cristhian Martínez, justificó lo ocurrido en el bar La Resaka —donde murieron seis personas— diciendo que el establecimiento sí tenía licencia de funcionamiento, pero que la otorgaron administraciones anteriores. Como si eso le quitara responsabilidad. Lo que el alcalde debería admitir es que el problema no es la licencia, ni los horarios: es la inseguridad creciente en Tula, que ningún pretexto puede ocultar.
