Crean a partir de la ficción historia épica prehispánica
El escritor Omar Nieto le da vuelta a la Conquista
Se imaginan qué hubiera pasado si la historia de la Conquista fuera al revés, si los Aztecas hubieran surcados los mares para conquistar España, ser la raza dominante y vencedora. ¿No?
Pues el escritor Omar Nieto, sí lo hizo en su más reciente libro “El Juego Secreto de Moctezuma” (Harper Collins) quien reescribe a manera de épica ficción, algo que era para él una deuda personal.
Tras escribir la “Teoría General de lo Fantástico”, el maestro en Letras Latinoamericanas por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), ahí postuló que existe in fantástico postmoderno que estaría hecho no de seres de la imaginación sino de actor reales.
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Es en esa búsqueda que encontró la ucronía, que es la reconstrucción de la historia sobre datos hipotéticos, según la Real Academia Española, pero que también es considerada como un género literario.
“Alterándole un par de cosas a la historia yo pude construir lo que postulo en mi teoría y sólo que daría la reescritura de los temas fantásticos y de los reales”,
explicó.
Es así como reescribe la historia indígena en donde Tezcatlipoca a lado de su comandante Cuitláhuac, quien logra sobrevivir a peligrosas fiebres debido a la peste, crean una nueva nación confederada de mayas, yaquis, mixtecas, zapotecas, purépechas, tlaxcaltecas y chichimecas.
En este reino, se cambia toda la cosmovisión que se tiene de dichos pueblos, ya que construyen barcos, espadas, cañones y todo tipo de arcabuces para derrotar a los castellanos desde que arriban a las playas españolas, donde el hermano de Moctezuma arroja la cabeza de Hernán Cortés, la cual está forrada en oro.
“Aquí está el oro que tanto ansías, tlatoani don Carlos”, grita Tezcatlipoca mientras los barcos aztecas van tomando la playa de Santa María del Mar de Cádiz.
El nacido en Puebla, pero criado en Cholula, explicó que con este libro quiso reivindicar la visión que hay en el pueblo mexicano de ser los vencidos y por tal motivo su investigación fue profunda y de largo aliento, ya que fueron más de siete años recopilando información.
“No tenemos una épica mexicana y curiosamente tenemos todos los requisitos como para tener una gran epopeya nacional, porque tenemos un pasado guerrero, un pasado místico, el panteón de dioses es igual de amplio como los griegos o los lusitanos o cualquier pueblo antiguo».
“Entonces yo creo que la literatura mexicana tenía esa gran deuda con la épica, con la narrativa, con la epopeya y partí del impulso que nos dejó la poesía náhuatl e intenté a partir de ese arranque lingüístico (que hay en México) conformar una épica y a partir de la imaginación”,
aseguró.
El colaborador en diferentes medios de comunicación explicó que sí consiguió plasmas su teoría en “El Juego Secreto de Moctezuma”, ya que partió de cuatro aspectos fundamentales.
Uno: “Ya todo está escrito”; Dos: “Ya no se distingue el lado de la fantasía con la novela histórica”; tres: “todos es un discurso incluido en la historia de las naciones” y cuatro: “en lo fantástico y postmoderno se construye a partir de la desmitificación de los grandes discursos”.
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“Todo surgió a partir de la imagen el símbolo de la cabeza de Cortés en la playa de Cadis, cubierta de oro, dije este es el símbolo: ‘ahí va su oro que tanto querían’ y de a partir de ahí es como desmadejar una bola de tejido. Fue febril, lo disfruté mucho, yo reía a carcajadas, sabía que los historiadores se iban a incomodar muchísimo y que los españoles también lo iban hacer y dicho y hecho”.
Omar Nieto, quien fue becado por el Centro de Creación Literaria Xavier Villaurrutia y por la Escuela Mexicana de Escritores, explicó que disfrutó mucho el proceso de escritura de este material, el cual ya se encuentra en diferentes librerías y en formato digital también, pero que hubo tres momentos que no cambiaría por nada.
Primero el hecho de la cabeza de Cortés arrojada desde el barco azteca, segundo la forma de cómo Cuitláhuac desde su estado enfermo se dio cuenta de que no estaba muerto y el tercer pasaje fue cuando plasmó a las mujeres como parte fundamental de una guerra.
“La tercera que me encantó fue meter a las mujeres que han quedado fuera de la Conquista. En el caso español fue María Estrada, esta fue la única soldado que se tiene memoria y la cita Bernal Díaz del Castillo y los mismos españoles no la han revindicado como una heroína».
“Obviamente el caso de la Malinche, pero también uno de los tlatoanis que algunos dicen que pudo haber reinado Tenochtitlan, entre la muerte de Moctezuma el viejo y el siguiente Tlatoani, ascendió la mamá de este y estuvo organizando el imperio durante este tiempo. Entonces esta idea de que las mujeres que participaron de otra forma eso me fascinó».
Crear las historias de las guerreras Cihuacoatl, una especie como de amazonas, eso también está en las Cartas de Relaciones de Cortés y la princesa purépecha Eréndira y meter a todos estos personajes femeninos a esta nueva relación de esta historia fue gozoso para mí porque sabía que el discurso machista que anda por ahí de que solamente pelea por la patria los hombres lo estaba diluyendo. Nunca ha existido eso, siempre las mujeres han tomado las armas, no sólo para defender la patria, simplemente a sus familias”, aseguró.
Por Alan Luna
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