Como hemos contado en esta columna el Consenso de Montevideo es uno de los documentos más avanzados a nivel regional en el tema de los derechos sexuales y reproductivos, la semana pasada en la reunión de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) llevada a cabo en Chile, se conmemoraron 10 años de este importante documento progresista e integral que en el tema de igualdad de género incluye 19 medidas prioritarias y es una herramienta para seguir impulsando la justicia reproductiva y la salud sexual sabiendo que este Consenso es la hoja de ruta y contribución de América Latina y el Caribe.
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A esta reunión además de los gobiernos acudimos organizaciones de la sociedad civil, feministas, realizando eventos paralelos para brindar información de los avances y retos de distintos países de los temas tratados en la reunión. Uno de estos eventos fue la revisión de la plataforma Mira que te Miro donde se analiza y comparan los avances en legislación, políticas y estrategias sobre 4 áreas: derechos humanos y laicidad; educación sexual integral; salud sexual y reproductiva (que incluye aborto) y rendición de cuentas en esta medición México aparece con el 81% de avance, lo cual no es casual ya que a través del activismo y la incidencia de redes feministas de LAC hemos impulsado y dado seguimiento a la agenda de población y desarrollo más progresista del mundo surgida en la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo.
Al final de los eventos, organizaciones civiles y feministas emitimos una declaratoria política con los pendientes que faltan en la región, para lograr una sociedad inclusiva y respetuosa de los derechos de todas las personas, sin exclusión, pero sobre todo que tenga un impacto en la vida cotidiana.
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Mi pecho no es bodega. Los problemas en la UAEH siguen, las autoridades pretenden un regreso a clases incluso en instalaciones alternas, demandando estudiantes, sin resolver de fondo los problemas de violencia y acoso sexual. Además, en cada comunicado que sacan, se hunden cada vez más con sus “argumentos”, hablan de autonomía cuando es sabido que hay un mando: Gerardo Sosa Castelán, llaman “pseudoestudiantes” al movimiento surgido al interior cuando ha estado documentado en La Sosa Nostra como desde los actos porriles se hizo del mando de la Universidad que hasta hace un sexenio le servía al poder en turno.
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