El Consejo Coordinador Empresarial de Hidalgo, un organismo históricamente ligado al gobierno y a los representantes de grupos políticos priistas, terminó por ensuciar el tema de las encuestas y flaco favor le hicieron al candidato de Juntos Hacemos Historia, Julio Menchaca Salazar, con su posicionamiento por cierto tibio, por demás incrédulo y rechazado desde la cúpula nacional empresarial que terminaron por deslindarse del tema.
Su actual presidente Carlos Henkel, desde la Cámara Nacional de la Industria de la Construcción (CMIC) logró favorecerse con contratos para sus empresas y la de sus familiares, lo mismo que para allegados al organismo, todo con el apoyo desde las diferentes estructuras del gobierno estatal que dieron incluso, asignaciones directas.
Así navegaron además, cuando en el gobierno federal despachaba Miguel Osorio en la Secretaria de Gobernación y varios hidalguenses ocuparon puestos claves en la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) y otras dependencias donde se licitaban obras y contratos en diferentes estados del país, mismas que consiguieron sin mayor esfuerzo.
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Esta relación hizo crecer a pequeños empresarios y surgir a otros más que desconocían de los negocios de construcción, todos ellos fortalecieron las filas de la CMIC en Hidalgo y facilitaron la llegada de personas afines a Henkel Escorza, que de paso mantenía su camino firme para hacerse del Consejo Coordinador Empresarial, que puso a disposición de precandidatos priistas, antes de la definición de la candidatura.
Con esta “credibilidad” navega el actual CCEH y su actual presidente, por ello sorprende su participación para presentar encuestas, pues no abonó en nada a quien se considera el puntero de la contienda y lo único que hizo fue enturbiar las cosas y de paso recibir la reprobación del verdadero Consejo Coordinador Empresarial en el país, que aseguró, no existe ninguna filial en la entidad.
Por otro lado, tampoco le hacía falta al abanderado de Juntos Hacemos Historia, este tipo de adhesiones o pronunciamientos, porque si de algo están convencidos los verdaderos empresarios del estado y el país, es de la prudencia y mantener a salvo las inversiones, más que involucrarse en temas políticos.
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Así que el CCE Hidalgo, simplemente se exhibió como lo que es desde su nacimiento, un organismo oportunista, que busca mantener los privilegios del poder y que de empresarios nada tienen.
De mi tintero…Sobre la mesa hay un expediente claro, al menos 400 casas deben reubicarse en Tula, antes de que se registren nuevas inundaciones por las descargas de las aguas negras del gran canal y del Túnel Emisor Oriente, pero nadie quiere asumir el costo político…Por cierto en la audiencia del homicidio de Gerardo Sosa Cravioto, se desistió del testimonio del ex rector de la Universidad Autónoma de Hidalgo (UAEH) Gerardo Sosa Castelán quien porta brazalete electrónico por el proceso en su contra por delincuencia organizada.
