Conagua reconoce que desbordamiento del río Tula fue por emisiones de la CDMX
No fue por las lluvias en la región
En el informe interno de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y que fue entregado y analizado en la reunión de trabajo llevada a cabo el pasado 7 de noviembre, se confirmó que el desbordamiento del río Tula ocurrida el 6 de septiembre no se dio por las lluvias locales, sino porque el caudal y capacidad del río fue rebasada por las emisiones de aguas negras enviadas desde la Ciudad de México y la zona metropolitana, así como por otros desfogues.
“El Servicio Meteorológico dio a conocer previsiones de lluvia fuertes a muy fuertes, entre 50 y 75 mm para la región; condición que no es muy alta, pero los escurrimientos de ríos, presas y el mismo desagua de al Ciudad de México que se dirigen a Hidalgo generó una acumulación que desencadenó en el desbordamiento»
, dice el informe.
Con base en el informe se destaca que el río Tula llegó un caudal de 500 metros cúbicos por segundo (m3/s), y no los 400 que en un principio de habían informado. Y se detalló que el río tiene una capacidad natural para encausar 250 m3/s.
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En el recuento se destaca que la operación del Túnel Emisor Oriente (TEO) y Emisor Central (TEC) aportó 150 m3/s, y se sumaron 100 m3/s procedentes de la presa Requena, los cuales aumentaron en cuestión de horas.
Se considera que derivado de las lluvias se presentaron escurrimientos importantes hacia el río Tula justo en la madrugada del 7 de septiembre, pues a los 150 m3/s de descargas provenientes del TEO y TEC que son descartas de aguas negra del Valle de México, se sumaron 28 m3/s del río El Salto que también desfoga parte de las aguas negras, 100 m3/s de la presa Requena, así como 130 m3/s procedentes de río Tlautla, y 92 m3/s de la cuenca de la propia salida de la ciudad de Tula.
También se reconoció que desde 2009 el Atlas de Riesgo estatal considera que la ciudad de Tula está en riesgo de inundarse por su cercanía con el río, y ya en 2016 se intentó ampliar la capacidad de conducción de este cuerpo de agua, pero las obras se detuvieron por oposición de grupos ambientalistas y no finalizó sino únicamente se inició en algunas zonas del municipio.
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Sobre la condición de las autoridades estas fueron exoneradas, incluso en las de nivel federal, porque no se encontraron responsabilidades.
A esta determinación se suma la ya emitida por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) que exoneró a los 67 trabajadores del turno tras la muerte de 16 pacientes que estaba internados en esa unidad hospitalaria el 6 y 7 septiembre.
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