Con «ñ» de ñoña

VozQuetinta

Según el tumbaburros, ñoña se dice de la persona de corto ingenio, sin sustancia; también, de la apocada, pusilánime, timorata; lo mismo, de la remilgosa, la que muestra delicadeza excesiva o ridícula; igual, de la adulta, sobre todo la adulta mayor, que tiene ademanes o toma actitudes infantiles. Todo ello, a propósito de la raíz latina que originó tal adjetivo: nonnus, en su significado de anciano. La ancianidad, pues (alguien precisaría que, más bien, la decrepitud asociada comúnmente a la etapa senil), como explicación etimológico-histórica de la ñoñez.

Y aunque la Academia advierta en su lexicón que el empleo de este término es nada más “coloq.” [= coloquial], debió añadir una segunda abreviatura necesaria: “despect.” [= despectivo]. Absurdo negarlo: rarísima es la ocasión que no se le dice con fines burlescos o despreciativos a alguien que es ñoño. Dicha intención, sin duda, la refuerza la doble «ñ» del vocablo, pues para pronunciar esta letra tan expresiva del idioma castellano solemos fruncir la nariz, como la fruncimos (incluso reforzamos tal acción enchinando la piel y encogiendo de miedo o de frío los hombros) cuando sale de nuestros labios otra mexicanísima, puntillosa palabra: «ñáñaras».

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Todos, sin duda, recordamos al Ñoño, aquel personaje niñote de la famosa serie televisiva El Chavo del Ocho. Era el estereotipo de lo bobo, lo simple. Y así es la imagen, no sólo humana sino de un objeto cualquiera, que tenemos los hispanohablantes: una persona superficial, en el primer caso; una tontería, una sandez, léase: una ñoñería, en el segundo. Ni modo de fingir demencia ante tal aplicación generalizada. Ni modo de paliar, justificar o suavizar lo dicho. Ni modo de hallarle tres pies al gato… sabiendo que tiene cuatro.

Hay de ñoñeces a ñoñeces. O tal vez el ñoño sea yo, por no creer en la aparente buena fe de quien así se desahoga, y para colmo de males lo hace entre risitas. ¡Qué de ñoñerías nos ametrallan en estos tiempos!

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Enrique Rivas Paniagua

Contlapache de la palabra, la música y la historia, a quienes rinde culto en libros y programas radiofónicos