El Acuerdo de París, firmado por 196 países incluyendo a México, propusieron disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero en el planeta hasta 2°C. Sin embargo, y a 6 años de que el Gobierno de la República adquiriera este compromiso internacional, el país no tiene un avance significativo en el tema, y es que el gobierno del presidente López Obrador, ha preferido apostar por proyectos que son altamente contaminantes y poco sustentables, tal es el caso de la refinería de Dos Bocas en Tabasco y el Proyecto del Tren Maya respectivamente.
Asimismo, y por si fuera poco la actual legislatura del Congreso de la Unión, desapareció fideicomisos en la que los estados podrían aspirar por recursos para impulsar una política ambiental que mitigara los efectos negativos del cambio climático.
¿Esto que significa para los mexicanos?
De acuerdo con la OCDE, en los últimos años nuestro país ha enfrentado diferentes desastres naturales (huracanes de creciente intensidad, graves inundaciones, sequías en campos agrícolas, escasez hidráulica en las grandes ciudades), derivado del cambio climático y estos hechos seguirán repitiéndose año tras año, amenazando la vida de millones de mexicanos.
El cambio climático no solo demanda que las autoridades tomen acción para mitigar los efectos negativos, sino también requiere un cambio cultural y generacional, en el que la voluntad de las personas transforme los patrones de consumo y de movilidad, principalmente en ciudades donde se concentran el mayor número de ciudadanos.
¿Infraestructura verde como medida de mitigación para el cambio climático…?
Es una tendencia que autoridades de todo el mundo están impulsando, para hacer frente al cambio climático y tener ciudades más amigables con el medio ambiente. Consiste en rehabilitar y modernizar los espacios públicos, donde tradicionalmente eran utilizados por vehículos motorizados, ahora la infraestructura es rehabilitada para las personas; estas transformaciones permiten pacificar el espacio, además de adaptarse a los desafíos que enfrenta el planeta por la emergencia climática.
Si bien el país se enfrenta a grandes retos en materia ambiental, debe predominar la corresponsabilidad económica, social y ambiental, en el que las autoridades deben generan las condiciones para mejorar la calidad ambiental y una sociedad mayormente responsable con sus hábitos de consumo.
