Así no, Claudia

Entre las muchas cualidades que debe tener un líder está la congruencia entre el decir y el hacer. La palabra, expresada ahora a través de muchos medios y no solo mediante la manifestación verbal de las ideas, es una de las herramientas más poderosas que tiene el ser humano para comunicar, transmitir y exponer pensamientos, y en el caso de los líderes, para conquistar y lograr la aceptación de quienes coinciden con él o ella. 

Predica con el ejemplo; el pez por la boca muere; en boca cerrada no entran moscas; más rápido cae un hablador que un cojo; de lengua me como un taco… Son tantos los refranes o dichos populares relacionados con la palabra o la manifestación de las ideas, que queda claro el valor que tiene para todos una palabra, una frase, una oración, un discurso, un tuit. 

En política, la palabra adquiere igual o más valor, porque los hombres y mujeres que deciden abandera una corriente ideológica no tienen otro recurso más poderoso que el de la oratoria para convencer a sus posibles votantes sobre las bondades de sus propuestas. De ahí la importancia de que sus dichos estén acompañados de acciones que muestren esa congruencia de la que hablamos entre el decir y el hacer. 

Claudia Sheinbaum, la jefa de gobierno de la Ciudad de México y una de las principales aspirantes a suceder al presidente Andrés Manuel López Obrador, ha sabido hacerse de una carrera política, siempre al lado del tabasqueño. Quizá crecer a la sombra de él le causa un serio problema a la doctora en ingeniería ambiental quien por momentos da señales de gobernar con políticas públicas a veces contrarias a las que dicta el mandatario federal. Un ejemplo claro de esto fue su proceder frente a la pandemia, aunque las más de las veces se mimetiza con él y replica como una calca lo que aquel dice o hace. 

De ese modo, la jefa de gobierno a últimas fechas ha empezado a construir en el discurso a sus enemigos, que curiosamente los mismos que los del presidente. En una conferencia –donde presenta al igual que el tabasqueño, videos para apoyar su mensaje— lanzó una frase fuera de toda proporción: dijo que quienes se oponían a la consulta de revocación “que se vayan a vivir a un país autoritario”. Así no, Claudia. 

Otro momento de mimetización fue la semana pasada cuando pese a saber que estaba prohibido –por órdenes del Tribunal Electoral—hizo proselitismo en favor de la consulta. Sheinbaum convocó a un mitin disque en favor de la reforma eléctrica, pero que se convirtió en una arenga en favor de la revocación y que incluyó la descalificación de los consejeros del INE, quienes la reconvinieron justo por hacer lo que no está permitido. Así no, Claudia. 

Si Claudia Sheinbaum aspira a gobernar este país, lo primero que debería hacer es marcar una diferencia clara respecto a su mentor político. Ser fiel a sus postulados, sí, pero con un sello personal propio, que la muestre como una líder nata que no necesitará del tabasqueño cuando tenga y deba asumir la mayor responsabilidad en su carrera política. 

REBURUJOS 

La consulta popular por la revocación de mandato se realizó ayer sin mayor problema en todo el país. Fue el primer ejercicio en su tipo en el país y en ello radica su éxito, más allá de la cantidad de votos emitidos. Se cumplió así con un precepto legal que demuestra que la ley es la ley. 

Twitter: migueles2000 

Comentarios: miguel.perez@estadodemexico.jornada.com.mx 
miguel.perez@hidalgo.jornada.com.mx 

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