Amenaza arancelaria de Trump podría impactar a la industria local 

La amenaza de imponer aranceles de 25% a México podrían provocar la pérdida de competitividad del sector exportador de Hidalgo que vende sus productos a Estados Unidos, riesgo que podría ser mitigado con la diversificación de mercados, consideraron investigadores del Instituto de Ciencias Económico-Administrativas de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH).  

La economía mexicana está profundamente entrelazada con la de Estados Unidos y Canadá, debido a una relación sostenida y fortalecida por el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (TMEC). Sin embargo, las declaraciones de Donald Trump sobre imponer un arancel del 25% a las importaciones mexicanas han generado incertidumbre.  

En entrevista, los académicos, que pertenecen al Sistema Nacional de Investigadoras e Investigadores Nivel 1, Enrique Guardado Ibarra y Mario Cruz Cruz, abordaron los posibles impactos de esta medida en sectores clave como el exportador y manufacturero, tanto a nivel nacional como para el estado de Hidalgo. Los también profesores ven necesario emprender estrategias para mitigar riesgos y fortalecer la competitividad mexicana frente a un escenario de incertidumbre comercial. 

Ante los efectos de una potencial guerra arancelaria, subrayaron la importancia de diversificar mercados, fomentar la innovación y fortalecer las cadenas productivas en un entorno global en constante cambio. 

— La amenaza de Donald Trump, respecto a imponer un arancel de 25% a los bienes importados desde México, ¿Debe tomarse en serio, o es sólo un elemento del juego para empezar a revisar el Tratado entre México-Estados Unidos y Canadá (TMEC)? 

Enrique Guardado: El asumir que se impondrán aranceles de 25% para México y Canadá por parte de Estados Unidos es algo muy difícil de que se lleve a cabo, esto debido a que las tres economías se encuentran profundamente integradas en distintos sectores de la producción, lo cual, a final de cuentas, perjudicaría al desempeño del mercado interno del mismo Estados Unidos. Es importante también tomar en cuenta que los organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI), OCDE y OMC no han tomado medidas o han realizado algún pronunciamiento al respecto, dando a entender que, por lo pronto, no existe tema alguno por el cual preocuparse en materia de aranceles, pero sí habría que considerar que se buscará algún tipo de renegociación con respecto al TMEC. 

— Si se cumple la amenaza arancelaria, ¿Cómo se vería afectada nuestra economía? ¿De qué tamaño sería el daño para los trabajadores que están en el sector exportador? 

Enrique Guardado: Los efectos de dicho pronunciamiento se han visto reflejados en una incertidumbre cada vez mayor sobre qué pudiese pasar, principalmente por parte de las empresas internacionales establecidas tanto en México como en Canadá, así como de igual manera en una relación diplomática más tensa entre las naciones involucradas. Si la amenaza de Trump se llegara a cumplir por alguna u otra razón, tendría un impacto profundo negativo en las economías involucradas provocando un problema inflacionario y de desempleo severo lo cual pudiese llevar, en el caso de México a problemas importantes de recesión económica. 

— En el ámbito local, Hidalgo tiene un sector exportador que está vinculado al transporte y a la industria metalmecánica, ¿Qué consecuencias habría para ellas? 

Mario Cruz: Una guerra de aranceles puede tener varias consecuencias negativas para la industria del transporte y la metalmecánica en el estado de Hidalgo.  Como el aumento en los costos de exportación y, en consecuencia, en el encarecimiento de los productos. Los productos de las industrias hidalguenses destinados al mercado de Estados Unidos aumentarían los costos para los consumidores, lo que podría reducir la competitividad de los productos hidalguenses frente a otros proveedores internacionales. 

El aumento de costos, debido a los aranceles, podría hacer que las empresas estadounidenses busquen alternativas en otros países o produzcan internamente, reduciendo la demanda de productos manufacturados en Hidalgo, a eso nos referimos cuando hablamos de interdependencia compleja. Luego, en un efecto en cadena, con menores exportaciones y mayores costos, algunas empresas podrían recortar personal o incluso cerrar operaciones. 

— ¿Qué hacer en este escenario? 

Mario Cruz: Diversificar mercados de exportación, es tiempo que México ponga las bases para utilizar sus acuerdos comerciales. Innovar en las cadenas productivas para depender menos de insumos importados, mejorar la calidad de los productos para apostar más a la competitividad. Ese reto es el que debe plantearse la UAEH en la formación de sus profesionales frente a las demandas del mercado global, de los empresarios hidalguenses y del gobierno estatal.  

— ¿En general, ¿qué pasaría con el sector exportador fuertemente vinculado a EU y Canadá? 

—  Enrique Guardado: Debido al alto grado de integración que tienen ciertos sectores industriales tanto de México y Canadá con Estados Unidos, el efecto de la aplicación de estas medidas arancelarias por parte de Estados Unidos provocaría una caída tanto en las importaciones como exportaciones por parte de México, lo cual derivaría en un aumento considerable de desempleo en los estados fronterizos donde hay una mayor concentración de empresas. 

—  Por otra parte, ante una posible guerra comercial, ¿las futuras inversiones provenientes de EU y Canadá podrían verse detenidas? ¿Las oportunidades del nearshoring desaparecerían? 

Mario Cruz: Las tensiones comerciales reducen la confianza de los inversionistas extranjeros en México, donde el sector automotriz, el agroindustrial y el manufacturero serían los más afectados. Respecto al  nearshoring, sigue siendo un activo estratégico para nuestro país, la proximidad geográfica con el hegemón mundial nadie nos la quita. Para movilizar su gran industria, los EU requieren mano de obra y materias primas que México le asegura a precios competitivos. Frente a una amenaza arancelaria, México puede implementar incentivos fiscales que promuevan la inversión y vean el nearshoring como una ventaja competitiva que nadie más tiene. 

México debe generar capacidad de resiliencia arancelaria para evitar amenazas sistemáticas, podría buscar fortalecer cadenas de suministro internas para no depender de nadie y hacer uso de mercados no tradicionales. 

— ¿Qué deberían hacer los gobiernos tanto el federal como el estatal para reducir esta amenaza externa? 

Enrique Guardado: Es fundamental que el gobierno federal ponga de manifiesto la importancia que ha representado el tratado comercial que existe entre las tres naciones, destacando la relevancia que tiene México como principal socio comercial de Estados Unidos y qué efectos pudiese tener en la economía estadounidense el imponer aranceles de este tipo a México. La clave se encontrará en cómo se pretende negociar ante un feroz negociador como Donald Trump y cuáles y como serán las bases sobre las que se sienten a negociar, buscando, por parte de México, minimizar cualquier efecto negativo que tenga en el desempeño económico del país. 

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Jorge Romero

Periodista con casi dos décadas de kilometraje. Interesado en hurgar las entrañas de la nueva anormalidad.