Alan López, mixólogo que vive su sueño
El hidalguense de 30 años reconoce que la pandemia afectó de manera importante al giro, pero resalta que existe una apertura importante en la entidad
A sus 30 años, Alan López es un bartender y mixólogo con año y medio de experiencia. Ha realizado cursos de coctelería y mixología. Hace cinco años le inició la curiosidad y pasión por esta profesión.
“Fui a un viaje a Puerto Vallarta. Me alojé en un hotel todo incluido y conocí los cocteles profesionales. Yo estaba acostumbrado a una cerveza sencilla o una cubita, como todos las conocemos. En ese hotel había cuatro diferentes tipos de bares con distintas bebidas preparadas por mixólogos, como un coctel con pera y chocolate o un mojito con arándano fresco, y eso me cautivó.
“Mi sueño es ser embajador de alguna marca reconocida a nivel nacional. La marca a la que represento me brindó esta oportunidad quedando en segundo lugar en un concurso para este merecimiento. Notaron mis ganas y persistencia y así me la brindaron. Estoy viviendo mi sueño”, comenta Alan.
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Un bartender o cantinero se sabe los clásicos de la coctelería, como una piña colada, una margarita o un mojito, además de la limpieza y administración del bar.
“Un mixólogo, además de hacer estas labores, se da el permiso de crear cocteles a partir de uno ya existente o algo completamente nuevo. Se trata de inventar, jugar, arriesgarse”.
Alan López, a quien puedes encontrar en Instagram y Tik Tok como @agentecalpa, crea sus propios jarabes, como de jengibre, lichi, mora azul o chile serrano. Así como sus propios licores, como de canela, chile chilpotle y cítricos, “así puedes mezclar tus propios jarabes y/o licores con elementos ya existentes como un vodka o whisky e iniciar mixología”.
Comenta que existe una apertura importante en Pachuca e Hidalgo en cuanto a la mixología.
“Me he topado con cartas de autor o bebidas de la casa y eso el público lo está buscando con mayor frecuencia. En el momento que combinan ciertos destilados con sus recetas rompe con lo que había establecido. De igual manera, las redes sociales juegan un papel muy importante, ahora la gente se atreve a mezclar bebidas de diferentes maneras por videos que ven en estos medios como en Tik Tok o Instagram”.
Actualmente, es embajador de Calpa, una marca hidalguense de un destilado de caña, un aguardiente ancestral. Esto le ha permitido participar en diferentes eventos, como en la feria de Omitlán en abril, así como en distintos eventos en bares de Pachuca.
“Pretendemos impulsar el aguardiente como un destilado mexicano que tiene mucho potencial. En Colombia ya lo están potenciando, por lo tanto, estamos convencidos de que en México podemos impulsarlo en ese sentido”.
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En próximas fechas abrirá, junto con otros socios, un speakesasy bar, concepto que surgió en la década de los 20, precisamente en la prohibición de alcohol en los Estados Unidos. Se trataba de bares clandestinos a los que entrabas solamente con invitación o código.
“La idea es retomar ese concepto de bar privado en Pachuca, exclusivo, con invitación o reservación y que se vaya promoviendo de boca en boca. Estamos entusiasmados en iniciar con este concepto que, por supuesto, tendrá como su principal objetivo promover la mixología, romper con los clásicos, dar el giro y ofrecer tragos elaborados y complejos”.
Alan confiesa que la pandemia afectó de manera importante al giro, ya que hubo cierre de bares y aperturas al 30 por ciento de capacidad.
“Incluso, cuando la marca a la que represento se lanzó, recién inició la pandemia. Esto ha tenido efectos negativos en diferentes rubros, como en el vidrio, ya que ahora escasean botellas debido a que se usó para las vacunas y su producción no se ha normalizado. Igualmente, la industria cervecera se ha venido abajo y les está costando mucho retomar su paso normal”.