Ahora, el PRI más exigido 

Historias que contar

Ex dirigentes del PRI así como el coordinador de senadores, el hidalguense Miguel Osorio Chong, se reunieron con Alejandro Moreno Cárdenas para pedirle su renuncia como conductor nacional del partido. No tuvieron éxito, y lo más que consiguieron es comprometerse a que no buscaría ser candidato a la Presidencia de la República. 

Con los nombres de los demandantes se vinieron a la mente mejores épocas del tricolor, cuando mantenían casi absoluto control en estados del país. 

La reunión tuvo un ríspido final cuando ignoraron invitación, de quien se identifica como Alito, para una imagen de todos en su entorno y al tiempo firmar un comunicado, lo que no aceptaron, para después retirarse. 

Tal vez ya sabían que estaban cercanos integrantes del Comité Ejecutivo Nacional y del Consejo Político nacional, fieles seguidores del originario de Campeche. 

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Sorprendidos quienes en otros tiempos condujeron al PRI, escucharon una decidida negativa de Moreno Cárdenas, quien les ratificó. “¡No me voy!”. 

Concurrieron a la junta Pedro Joaquín Coldwell,  Manlio Fabio Beltrones, Humberto Roque Villanueva, César Camacho Quiroz, Claudia Ruiz Massieu, Roberto Madrazo, Carolina Monroy,  Augusto Gómez Villanueva, Jorge de la Vega Domínguez, Beatriz Paredes, Dulce María Sauri, José Antonio González Fernández, y Osorio Chong. 

Los resultados recientes de la elección de seis gobernadores, cuatro de ellos de Morena, la difusión de conversaciones “muy comprometedoras”,  y sus actitudes de prepotencia, en el marco de sus intereses personales, han disminuido, se dijo, la fuerza y confianza en el Revolucionario Institucional. 

Quedan pendientes, para el próximo año, elecciones en Coahuila y Estado de México, que representarán otra severa prueba para el priismo, bajo la conducción de Moreno Cárdenas, y, también, muy cerca, cuáles serían sus cartas  en la renovación del Ejecutivo federal en 2024. 

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En la revista  Forbes de abril-mayo de este año se ratifica que el empresario ingeniero Carlos Slim Helú es el hombre más rico de México, con 81,240 MDD. Ya antes, lustros atrás, se había mantenido en esta posición encabezando importantes empresas. 

A sus 82 años no ha modificado su conducta de ser hombre atento y poco afecto a presentaciones públicas. 

Y en otra revista, Caras, se presenta una semblanza más personal de Slim Helú. El 9 de marzo de 1999, por una insuficiencia renal, falleció su esposa Soumaya Domit Gemayel. Él sería contundente al señalar que no volvería a casarse por ningún motivo. Con la señora Domit formó una familia con seis hijos y 24 nietos. 

Empero, de acuerdo con Caras, parece haber encontrado una gentil dama que se ha convertido en su pareja casi inseparable, sobre todo en eventos sociales. 

Ella es Mercedes Sánchez-Navarro, hija de María Teresa Redo y de Juan Sánchez Navarro, uno de los principales accionistas de Cervecería Modelo. Ella, cita la responsable de la información, Erika Roa T., tuvo un primer matrimonio y cuatro hijos. Esta unión concluyó. 

Después tuvo “tuvo una segunda oportunidad en el amor”, que también se frustró pues enviudó en noviembre de 2021. 

Se hace énfasis que Slim Helú y Sánchez-Navarro tienen muchas afinidades, entre estas la filantropía, el arte, la gastronomía y el amor por sus familias. Saludable para ambos encontrar a alguien con quien ahora, estricta amistad, enfrentan más optimistamente la nueva etapa de una que ha sido larga vida.  

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