“Un trabajo sacrificado pero muy satisfactorio”

El iniciador de la música de mariachi en Tulancingo comparte cómo ha sido su trayectoria a lo largo de 64 años

Una trayectoria marcada por la música es la que ha forjado Liborio Islas Álvarez, iniciador del mariachi en Tulancingo, historia que deja huella para la vida cultural en la región. 

Originario de la comunidad de Tecocomulco, su infancia la vivió como pastor hasta su adolescencia cuando se mudó a Tulancingo, ciudad donde se convertiría en un personaje para la escena musical.  

“Cuando llegué a Tulancingo recuerdo lo mucho que me impactó ver a los mariachis que llegaban de México a las ferias o fiestas del municipio, era algo diferente, novedoso y me propuse hacer algo así, sin saber cómo, solo improvisando”. 

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Mariachi Valle de Tulancingo 

Sin instrucción o conocimientos de música formó y coordinó, a la edad de 15 años, el Mariachi Valle de Tulancingo, integrado por sus hermanos y amigos, formándolo con un guitarrón, vihuela y guitarra. 

“Me nació del corazón hacer un mariachi y para mantenernos nos íbamos a tocar a las cantinas, así comenzamos recibiendo el dinero que la gente podía darnos; después se integraron más elementos y comenzamos tocando a armar nuestro catálogo musical con canciones sencillas en dos o tres tonos, pero todos iguales, conforme nos alcanzó nos hicimos de trajes para estar uniformados”. 

Durante los primeros 30 años como mariachi su forma de trabajo consistía en ubicarse durante las noches frente a los mercados municipales en espera de ser contratados para fiestas o serenatas. 

Foto: Jessica Manilla

“Salíamos a las 10 de la noche y terminábamos a las 7 de la mañana del día siguiente, éramos muy solicitados, además de que también éramos pocos grupos, y ese era el lugar en el que la gente podía encontrar música, ya que antes la terminal de autobuses, la presidencia y los negocios de comida estaban en el centro y había más movimiento, ahora nos reubicamos en la calle de Echavarri en donde hay más de 15 mariachis, pero sigue habiendo trabajo para todos”.   

Con esfuerzo, trabajo y constancia la agrupación con 64 años de historia es reconocida como el primer grupo organizado de música en la ciudad, abriendo paso a nuevos talentos y a más grupos como el Mariachi Cuervos, Estrella, Azteca 2000, Platino de México y Premier de América. 

“Ha sido complicado formar un grupo de música, honestamente; pasamos muchas historias, buenas y malas, pero hemos resistido a todas, porque han existido mariachis muy buenos, pero que en poco tiempo se separan, nosotros procuramos tener un buen ambiente, además de que somos un mariachi familiar”. 

Liborio Islas recuerda y comparte que dentro de su oficio, algunos años atrás, sufrió insultos, amenazas con armas de fuego y vivió peleas en comunidades de Tulancingo, Metepec y Acaxochitlán.   

“En esto se vive de todo y más hace muchos años, pero ya la gente es más tranquila y nos conocen, tenemos la fortuna de que nos siguen contratando, principalmente en Tulancingo y los alrededores”. 

Música 

Para Islas Álvarez la música, puntualmente la ranchera, ha sido la oportunidad y medio para sacar adelante a su familia y el punto de inicio para abrir las puertas a más hombres y mujeres que disfrutan y buscan desarrollarse en el mundo de la música. 

“No sé si más adelante el mariachi siga, pero ojalá mis hijos continúen con el proyecto cuando yo no esté, con sencillez y trabajo honesto, pero solo el tiempo dirá. Lo que puedo decir es que me gusta lo que pasé y lo que estoy haciendo, esperando tener más años para seguir compartiendo mi trabajo”.  

Foto: Jessica Manilla

Su trabajo ha acompañado grandes momentos como bodas, XV años y presentaciones, por mencionar algunas, así como aquellos de pérdida y duelo, como funerales. 

“Nuestro trabajo no tiene hora y en ocasiones es muy sacrificado, estamos acompañando en momentos importantes para quienes nos contratan, pero también ausentes en fechas importantes para nuestra familia, pero tenemos claro que así funciona”. 

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Reconocimiento del gremio 

Un momento que recuerda con especial sentimiento es el reconocimiento que en 2017 recibió por parte de autoridades del ayuntamiento de Tulancingo, quienes celebraron el trabajo de Islas Álvarez, reuniendo a compañeros y amigos. 

“La satisfacción que me deja mi trabajo es el cariño de la gente, el saber que también pude abrir puertas y hacer algo por mi comunidad desde la música es algo muy grato, especialmente por el reconocimiento de mis compañeros”. 

“La satisfacción que me deja mi trabajo es el cariño de la gente” 

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